La siniestra pauta se mantiene, como mínimo a medias. Fue a primera hora de la mañana de ayer sábado, como bastantes de los atropellos de ciclistas ocurridos este año, muy señaladamente el de Oliva en mayo, que costó la vida a tres deportistas. No se sabe si el conductor iba borracho o drogado, o ambas cosas, como de nuevo fue el caso de Oliva, y de tantos otros, porque se dio a la fuga.

El caso es que continúa el goteo de ciclistas muertos en carretera en un año que pasará a la historia con el rótulo de nefasto. Esta vez ha ocurrido a la altura del kilómetro 16 de la carretera CM-4004, en el término municipal de Palomeque (Toledo), cuando un ciclista falleció tras ser atropellado por un vehículo cuyo conductor no se detuvo y se dio a la fuga. El siniestro tuvo lugar a las ocho de la mañana.

Así lo ha informado en su cuenta de Twitter el director general de Tráfico del Ministerio del Interior, Gregorio Serrano, quien ha pedido colaboración para encontrar al conductor fugado. Serrano ha explicado que el presunto homicida tiene 28 años y que su vehículo sí ha sido encontrado. Por el momento, la policía recoge huellas para identificar al fugado. La víctima tenía 66 años.

HECHOS ALARMANTES/ El accidente de Toledo es, de momento, el último de un mes de junio y de un año alarmantes en cuanto a la muerte de ciclistas en carretera, y en general en cuanto a atropellos de ciclistas. Ya son 22 los ciclistas fallecidos.

Hace dos semanas fallecieron tres ciclistas en tres accidentes distintos en Navarra y un cuarto resultó herido. También ese fin de semana resultó herido por atropello un ciclista en Valencia, y hace 10 días el ciclista paralímpico Juanjo Méndez fue atropellado mientras entrenaba en una carretera cercana a Barcelona.

Hiriente es el caso de la N-332 a su paso por el término municipal de Oliva, en Valencia, donde este año han fallecido cuatro ciclistas en dos arrollamientos. En ambos casos fue en las primeras horas del día y los conductores dieron positivo. La N-332, con decenas de discotecas y chiringuitos diseminados en este tramo, es la vía estatal que más accidentes con ciclistas involucrados registró en el trienio 2014-2016. Y por lo visto no parece que este año vaya a redimirse la que ya es conocida como la carretera de la muerte, sino todo lo contrario.

El número de heridos en accidentes de bicicleta se ha duplicado desde el 2010, y más de 550 ciclistas han perdido la vida en carretera desde el 2006, uno por semana.