Un nuevo jugador aparece en escena en plena guerra entre el taxi y los VTC: la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). La autoridad nacional de competencia ha publicado este jueves un informe en el que analiza el decreto de VTC aprobado por el Congreso el pasado mes de octubre y concluye que la norma perjudicará a los clientes y se traducirá "en mayores precios, mayores tiempos de espera y menor calidad de los servicios de taxi y VTC".

El decreto, que todavía está en tramitación parlamentaria y puede sufrir variaciones, algo que también apunta la CNMC, establece un periodo transitorio de 4 años que, una vez finalizado, haría caducar las actuales autorizaciones nacionales de VTC en recorridos urbanos y solo permitiría los servicios interurbanos y limita estas autorizaciones a la comunidad autónoma de origen. Unas restricciones que, según este organismo, "no han sido convenientemente justificadas desde la óptica de los principios de necesidad y proporcionalidad, dentro de los cuales no pueden incluirse motivaciones de tipo económico".

La CNMC recuerda que las normas que no respetan estos principios "perjudican innecesariamente a los usuarios finales" y recomienda "replantear" la limitación del ámbito de actuación de los VTC y derogar la regla de la habitualidad. Y propone "apostar por una norma que "parta de un enfoque global de la actividad de transporte en vehículos de turismo".

"Adicionalmente", plantea desarrollar una normativa autonómica "a la mayor brevedad", evitar "discriminaciones injustificadas entre taxis y VTC" en lo referente a contratación, horarios y calendario así como características de los vehículos, circulación y estacionamiento. También, flexibilizar la regulación del taxi eliminando las restricciones que les impiden mejorar su calidad, "revisar" las restricciones al número de licencias de taxis y VTC, posibilitar que los VTC puedan prestar servicios más allá de su comunidad autónoma y propiciar la máxima coordinación entre Administraciones.