El presidente de la Asociación Española de Cirugía Estética Plástica de 2014 a 2015, el doctor almeriense Jaime García, advierte de que «hay que ser honestos» y reconocer que «no hay un implante mamario que dure toda la vida; quien lo afirme está faltando a la verdad». «Los materiales envejecen y no hay medios de evitarlo, a pesar de que las marcas comerciales hayan hecho un gran esfuerzo por mejorar su calidad y durabilidad», afirma este especialista en cirugía plástica, reparadora y estética, en una entrevista.

Se muestra preocupado porque detecta que muchas pacientes que llegan a su consulta preguntando por una mamoplastia tras haber visitado antes a otros profesionales o haber visto «publicidad engañosa», piensan que no será preciso cambiar la prótesis.

«No hay una fecha exacta que determine la caducidad de una prótesis porque cada paciente es diferente y la duración de los implantes variará según cada caso; el cambio será necesario cuando se detecte algún problema como rotura, rotación, involución encapsulación...», apunta.

No obstante, García recomienda que si la paciente se lo puede permitir, actúe antes de que se presenten dichos problemas. «A partir de los doce o trece años deberíamos pensar en cambiarlo porque el número de implantes que a esa edad han envejecido es ya muy alto, aunque hay casos que duran más de 20 años», añade.

Reconoce que los implantes actuales han mejorado en «calidad» y cuentan con más «más capas, más resistencia, más flexibilidad y más impermeabilidad», lo que conlleva una duración mayor y que se mantengan en buen estado.

Además, señala que los actuales geles cohesivos, además de modelar formas, “garantizan que, en caso de rotura de la prótesis, no se expanda, pero a pesar de esto hay que cambiarlo», insiste.