Cientos de vecinos de los municipios malagueños de Pizarra, Álora y Alhaurín el Grande han arropado a la familia de Lucía, la niña de tres años que desapareció y fue después hallada muerta en la vía del tren y que ayer fue enterrada. La muerte de la niña por un fuerte golpe en la cabeza, según indicó la autopsia, ha consternado a las tres localidades: Alhaurín el Grande, donde reside la familia y donde nació la madre; Pizarra, de donde es natural el padre y donde se encontraban en el momento de la desaparición; y Álora, término municipal en el que fue hallada. «La familia está rota, ya os podéis imaginar», ha afirmado la alcaldesa de Alhaurín, donde ha tenido lugar el sepelio, Antonia Ledesma.