D escanse en paz, es la frase de la corona de flores de la Brigada de Salvamento Minero que rescató a Julen, el niño de dos años hallado muerto tras caer a un profundo y estrecho pozo hace dos semanas en Totalán (Málaga), palabras que presiden el nicho donde ayer fue enterrado el pequeño en Málaga.

Cientos de personas abarrotaban a mediodía de ayer la plaza de entrada al cementerio de San Juan, en la barriada malagueña de El Palo -muy cerca de donde vivía Julen-, para darle su último adiós entre lágrimas, aplausos y flores en más de 30 coronas y numerosos ramos y centros llegados desde distintos puntos de España. José Roselló y Victoria García, padres del pequeño, otros familiares, amigos, vecinos y autoridades han acompañado el féretro de Julen desde el tanatorio -donde se ofició un responso en la intimidad- hasta un cementerio de estrechas calles con nichos que parecían un mar de flores blancas imposibles de colocar más cerca.

Julen descansa justo en el nicho superior al de su hermano Oliver, que con pocos años falleció hace no mucho tiempo. Un amplio equipo de psicólogos ha estado presente en todo momento para acompañar a la familia en el dolor, durante el rescate y hasta en el cementerio.

Algunas niñas de corta edad se acercaron con su flor en la mano al cementerio, hasta el que enviaron también las suyas entidades de la zona como asociaciones de mujeres y hermandades de la Virgen del Carmen, patrona para las personas vinculadas al mar, que linda con el barrio de El Palo. Otras coronas procedían de lugares más lejanos como Salamanca; de instituciones como los ayuntamientos de Málaga y Totalán o la Diputación, y a las que une la de la Brigada de Salvamento Minero de Hunosa, desplazada expresamente desde Asturias para excavar manualmente una galería hasta llegar a Julen.

La familia había pedido expresamente que esa corona fuera -junto a las suyas propias- las que se colocasen ante el nicho y, de hecho, la de los mineros ha quedado en primer término. Los alcaldes de Málaga y Totalán, Francisco de la Torre y Miguel Ángel Escaño, respectivamente, y el diputado responsable del Consorcio Provincial de Bomberos, cuerpo que participó en el rescate, Francisco Delgado, han acompañado -junto a otros responsables públicos- a la familia en el entierro. Los restos mortales de Julen llegaron al tanatorio el sábado por la tarde procedentes del Instituto de Medicina Legal de Málaga, donde se le practicó la autopsia pocas horas después de su rescate sin vida a la 1.25 de la madrugada de ese mismo día. Esta muerte ha causado gran conmoción y su complicado rescate ha tenido un amplio eco internacional.

Julen, al que los vecinos recuerdan cuando paseaba con su triciclo de verdes pedales por la estrechas calles peatonales de las viviendas de Las Protegidas, descansa para siempre muy cerca de su gente, un barrio donde es tradición visitar con frecuencia a los seres queridos en el cementerio. Las honras a Julen continuaron ayer. El equipo jiennense Atlético Mancha Real y malagueño El Palo homenajearon al pequeño con una pancarta en los prolegómenos del partido de la vigésima sexta jornada del grupo IX de Tercera División con el mensaje DEP Julen. Los dos conjuntos salieron al campo con este mensaje, guardaron un minuto de silencio y en las gradas los aficionados y las dos juntas directivas mostraron cartulinas con el mismo mensaje. El acto de homenaje estuvo presidido por María del Mar Dávila, alcaldesa de Mancha Real. Julen Roselló vivía en El Palo, barriada donde tiene su sede el equipo que este domingo visitaba al jiennense. El Palo mostró ya su solidaridad con la familia de Julen desde que se produjo la caída al pozo y la pasada semana, ante el Ciudad de Torredonjimeno, exhibió una cartel de apoyo a los familiares.