El corazón está situado a la izquierda del cuerpo porque una serie de genes empujan el órgano durante el proceso embrionario. Esta es una de las principales conclusiones de la investigación realizada por la Unidad de Neurobiología del Desarrollo del Instituto de Neurociencias de Alicante, publicada en el último número de la revista ‘Nature’.

El cuerpo humano es aparentemente simétrico, pero la llamada “simetría bilateral externa” no se mantiene a nivel interno, pues el cuerpo presenta “muchas asimetrías en la posición de los distintos órganos”, explican los responsables del estudio. Así, el hígado está a la derecha mientras el corazón se sitúa a la izquierda. Al principio del desarrollo embrionario, en cambio, todos los órganos aparecen centrados, en la línea media del cuerpo. El empaquetamiento correcto de los órganos, aseguran los investigadores, es necesario para su óptimo funcionamiento.

La investigación, encabezada por Ángela Nieto, de la Unidad de Neurobiología del Desarrollo del Instituto de Neurociencias en Alicante, un centro mixto del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche. “Nos encontramos genes que se expresaban más en el lado derecho. Sabíamos que estos genes eran inductores de movimientos celulares, por lo que pensamos que podrían existir movimientos predominantes desde la parte derecha”, subraya la investigadora del CSIC en referencia a la uno opinión dominante hasta la fecha según la cual había una serie de señales en el lado izquierdo del embrión que se reprimían en el lado derecho para que se produjera la simetría.

Este proceso o mecanismo fue observado en embriones de pollo y fue confirmado en otras especies como el pez cebra y el ratón. “Hemos comprobado que al anular la función de dos genes que provocan el movimiento, Snail y Prrx, el corazón no se desplaza y pemanece en el centro del cuerpo de las tres especies. Estos resultados son extrapolables a los humanos”, destaca la investigadora del CSIC.

MALFORMACIONES

La ubicación de los órganos no es banal, recuerdan los responsables de la investigación. Si ese desplazamiento no se produce, se ocasiona la mesocardia, uno de los defectos cardíacos más importantes. La dextrocardia, en cambio, se refiere al movimiento del corazón hacia el lado derecho.

Según los datos de la Organización Mundial de la Salud, cada año fallecen más de 250.000 recién nacidos durante las primeras semanas debido a anomalías congénitas. Y los trastornos congénitos graves más frecuentes son las malformaciones cardíacas (el 50% de las malformaciones), los defectos del tubo neural y el síndrome de Down.