La estrella de la cantante Rosalía no ha sido la única que ha brillado este año. La comunidad científica también ha logrado resplandecer en su propio escenario. Un año más, las revistas científicas Science y Nature publican su selección de avances científicos que han marcado estos últimos 365 días.

El viaje por los avances científicos más importantes del año empieza, como no podía ser de otra manera, por el universo. Este ha sido el año en el que, por fin, se ha logrado obtener la primera imagen de un fenómeno invisible sobre el que los astrónomos llevaban décadas teorizando: un agujero negro. El protagonista de esta historia, situado a 50 millones de años luz de la Tierra (en la galaxia M87), fue fotografiado gracias a la colaboración de ocho observatorios de todo el mundo que durante una semana apuntaron sus antenas hacia el mismo punto creando así un telescopio del tamaño de la Tierra. La presentación de la instantánea, en abril, fue seguida con gran entusiasmo en todo el mundo y, por si fuera poco, logró traspasar la barrera de la comunidad investigadora y posicionarse entre los temas que más brillaron en Twitter. Un logro que, tratándose de astrofísica, es de por sí una joya.

Aniversario lunático

Y, siguiendo en temática espacial, cómo olvidar la conmemoración del 50 aniversario de la llegada del hombre a la Luna de la mano de la mítica misión Apolo 11 protagonizada por Buzz Aldrin, Neil Armstrong y Michael Collins. El relato de su aventura extraterrestre, y todo lo que ha venido después, ha quedado plasmada bajo la forma de unas Crónicas lunáticas de las que, curiosamente, la noticia más leída tiene que ver con las teorías de la conspiración que rodean a este hito. En clave crítica, claro está.

Viaje al pasado

El siguiente destino de este viaje por la Ciencia se encuentra en el pasado. Antes de que la Tierra y sus habitantes se convirtieran en lo que hoy se conoce. El último día de los dinosaurios tras el impacto de una enorme roca de 10 kilómetros en la península de Yucatán (México) ha podido ser reconstruido minuto a minuto gracias al análisis de las rocas extraídas de la zona cero. El suceso, ocurrido hace 65 millones de años, desencadenó la quinta extinción masiva de especies y, por lo que nos incumbe, su reconstrucción destaca entre las novedades científicas más impactantes del año. Siguiendo este recorrido por tierras prehistóricas, este también ha sido el año en el que el hallazgo de un cráneo ha demostrado que la especie de Lucy no vivió sola. Hace 3,8 millones de años, en el planeta deambulaba una especie, hasta ahora desconocida, bautizada como Australopithecus anamesis. Yendo un paso más allá, y dando un pequeño gran salto en el tiempo, este año la ciencia también nos ha permitido vislumbrar cuál era el aspecto de los misteriosos denisovanos, la enigmática especie extinta hace 50.000 años.

Experimentos de éxito

Las novedades científicas que han marcado el año también abren una brecha de esperanza para resolver las incógnitas del presente y los problemas del futuro. Este ha sido el año en el que un ensayo clínico contra el ébola ha mostrado su efectividad en hasta el 70% de los pacientes infectados. La comunidad científica y médica también ha celebrado con alborozo la aprobación de un tratamiento eficaz para la mayoría de casos de fibrosis quística, una enfermedad respiratoria grave. Además, tras más de una década de investigación, este año se ha logrado desarrollar un suplemento nutricional de bajo coste para estimular el crecimiento de bacterias en el intestino de niños con desnutrición.

En el mundo tecnológico, el avance científico estrella ha sido el logro de la supremacía cuántica. Este hito, hasta ahora aparentemente imposible, ha sido logrado por Google al crear un ordenador capaz de ejecutar en 3 minutos y 20 segundos unas operaciones que en una máquina convencional tardarían 10.000 años. Siguiendo en este mundo de circuitos extraordinarios, otra de las noticias más sorprendentes del año ha sido la victoria de los algoritmos de inteligencia artificial en su competición con los humanos. Al menos en lo que a juegos de mesa digitalizados se refiere. Las máquinas ya han ganado en videojuegos multijugador y, por si fuera poco, en el póquer. Sin entreno previo ni más instrucciones de las que podría disponer cualquier otro jugador.

Despertador climático

El repaso científico del año no podía acabar sin una mención al que probablemente ha sido uno de los temas más debatidos del año: la crisis climática y el estado de degradación medioambiental del planeta. Este año que ya acaba ha destacado como uno de los más potentes en cuanto a investigaciones científicas enfocadas a señalar el daño, la pérdida de la biodiversidad, la huella del deshielo y la subida del nivel del mar, entre otros. La revista Nature ha señalado a la joven activista sueca Greta Thunberg como el «catalizador climático» del año. La decisión, no exenta de polémica, destaca el rol de la joven ecologista como impulsora del debate sobre la crisis climática y sus efectos. Esto, a su vez, enlaza con el que, según destacan los editores de las revistas científicas, han sido los grandes fracasos del año: la pérdida del Amazonas por los incendios y la deforestación. Y, el lado más oscuro de esta historia, la persistencia del negacionismo del cambio climático pese a las evidencias de que se avecina un desastre.

Y eso que, como diría Frank Sinatra, this was a very good year. Al menos para la investigación científica.