El ciclón Fani se ha debilitado y ha pasado de «extremadamente severo» a «muy severo» tras tocar tierra con vientos de hasta 205 kilómetros por hora ayer en el estado oriental indio de Odisha, donde dejó imágenes de destrucción, tres muertos, decenas de heridos y más de un millón de evacuados. Mientras, Bangladesh y la vecina región de Bengala se preparan para recibir a Fani en las próximas horas y los servicios de rescate trabajan contrarreloj en la costera Odisha para ayudar a las víctimas y repartir alimentos, agua potable y otros productos básicos. Árboles arrancados, tejados enteros volando por los aires, coches que se tambalean hasta volcar e incluso una enorme grúa cayendo sobre varias viviendas cercanas son algunas de las imágenes que las televisiones locales emiten una y otra vez desde que el ciclón tocó tierra cerca de Puri a las 2.30 gmt.

Según datos del Departamento Meteorológico de la India, unas dos horas y media más tarde Fani se debilitó a ciclón «muy severo», con vientos máximos de 175 kilómetros por hora, no sin antes dejar a su paso al menos tres fallecidos. «Hasta ahora solo hemos recibido información de tres personas muertas en incidentes separados», afirmó un miembro de la sala de control de la Fuerza Nacional de Respuesta a Desastres. Las fuertes lluvias y ráfagas de viento asociadas al ciclón también causaron al menos 160 heridos y extensos daños materiales a viviendas y edificios antiguos.