Ismael Rodríguez Clemente, el cazador que mató a dos agentes rurales en Aspa (Lleida), tenía caducado el permiso E, necesario para usar la escopeta Benelli del calibre 12 con la que cometió el crimen. La Guardia Civil obliga a depositar las armas bajo custodia de la unidad de intervención mientras se renuevan los permisos. Pero Rodríguez sorteó esta exigencia simulando que la escopeta cambiaba de propietario, explica Sergi Sánchez, presidente de la Federació Catalana de Caça.

Cambiar de nombre puede hacerse en una armería. El único requisito es que el nuevo dueño debe estar en posesión del permiso correspondiente. Rodríguez vinculó la escopeta, que acababa de adquirir, a un conocido, posiblemente alguien de su confianza. Este cómplice tenía la obligación de quedarse con el arma hasta que Rodríguez renovara su permiso y cambiaran nuevamente de nombre el arma. Pero dejó que este segundo se la llevara. El sábado por la mañana, cuando se topó con los dos agentes rurales, estaba utilizando sin permiso esta escopeta. Y disparó a los dos hombres.

INTENTO DE FUGA

Tras asesinar a los dos agentes rurales, Rodríguez se echó a correr "pero los tres cazadores que lo acompañaban en esta jornada lograron que entrara en razón y que llamara al 112 para contar lo ocurrido", ha subrayado también Sánchez para defender a un colectivo que vuelve a estar bajo la lupa de la opinión pública.

La federación que preside Sánchez agrupa a 43.000 cazadores en Catalunya, más de la mitad del total de aficionados (76.000). Ha sido un incidente "desgraciado" que no ha ocurrido "en 30 años" y que no volverá a ocurrir en "otros 30 años".

CUERPO "SOBREPASADO"

La muerte de Xavier y de David, de 43 y 39 años, ha asestado un duro golpe a los Agents Rurals. "Estamos sobrepasados", ha alcanzado a explicar Gerard Armengol. Este lunes por la tarde se ha celebrado en Lleida una emotiva ceremonia para despedirlos a ambos. Las muestras de dolor y respeto han sido continuas en Catalunya y en el resto de España.

El crimen ha reabierto un debate antiguo en el seno del cuerpo: el de las herramientas que debe llevar encima un agente rural. Josep Maria Baiget, agente de Lleida, ha instado a revisar cuanto antes lascondiciones de seguridad de estos trabajadores, que van desarmados a inspeccionar a personas que portan escopetas.

LA GUARDIA CIVIL SE REVUELVE CONTRA JANÉ

La petición del conseller de Interior, Jordi Jané, de reclamar para los Mossos d'Esquadra la competencia de armas -actualmente en poder de la Guardia Civil- ha crispado al cuerpo policial español. La Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) ha criticado duramente a Jané por "aprovechar" la muerte de estos agentes para pedirlo.

Fuentes de Interior atribuyen el malestar a un malentendido porque Jané "no criticó a la Guardia Civil". Tan solo pidió que se revisara si algo había fallado. Sobre esto segundo, fuentes del Institut Armado recuerdan que los exámenes de salud mental los realizan centros médicos homologados por la Generalitat.

El cazador dice que no medió discusión con los agentes rurales

Montserrat Torres, la abogada de Ismael Rodríguez, ha asegurado que su cliente disparó a los dos agentes rurales sin ningún motivo. La letrada ha negado así que el crimen se desencadenara tras una discusión motivada por la ausencia de permiso por parte del homicida confeso. "Él no se explica por qué lo hizo. Afirma que disparó por un acto reflejo, mecánico, pero dice que no discutió con los agentes en ningún momento, no sabe qué le paso". La abogada ha explicado que Rodríguez, tras los disparos, entró en shock y que solo quería correr. A instancias de sus compañeros cazadores llamó al 112 para alertar de lo que acababa de hacer.