Ochenta organizaciones ecologistas, agrícolas y científicas europeas han unido sus fuerzas y han constituido la Coalición para Salvar las Abejas con el objetivo de exigir la prohibición total del uso de neonicotinoides, insecticidas muy comunes en agricultura que numerosos estudios vinculan al declive de los himenópteros.

Hace cuatro años, la Unión Europea prohibió el empleo de tres conocidos neonicotinoides -imidacloprid, clotianidina y tiametoxam-, pero lo hizo de forma temporal y con numerosas excepciones, explica a este diario Luis Ferreirim, portavoz de agricultura de Greenpeace, una de las asociaciones implicadas. «El veto debería ser total porque cada vez son mayores las evidencias de que esos insecticidas son perjudiciales para las abejas y otros polinizadores», afirma.

Según argumenta la Coalición en un comunicado, la Comisión Europea (CE) podría votar la próxima semana -los días 12 y 13 de diciembre- ampliar la prohibición temporal de los tres neonicotinoides. La CE ya planteó esta posibilidad el pasado marzo.

La Coalición insta a todos estados miembros de la UE a votar a favor de la prohibición total de los neonicotinoides. Eso supondría eliminar las excepciones vigentes, como su uso en invernaderos, para cereales de invierno y para cultivos de remolacha, prosigue Ferreirim.

Por ahora, Reino Unido, Irlanda y Francia han respaldado una prohibición más estricta, pero el resto de los estados miembros aún no han hecho pública su postura. El representante de Greenpeace asegura que, tres años después de la primera prohibición parcial, el 75% de las muestras de miel analizadas aún siguen llevando trazas de los tres neonicotinoides, como puso de manifiesto un estudio publicado recientemente en la revista Science.