La franquicia Call of Duty (Activision) es una de las que más horas de entretenimiento han dado a 'jugones' de todas las edades. Ahora, tras explorar el futuro, la saga vuelve al pasado en un título que es todo un acierto: Call of Duty WWII (PlayStation 4, Xbox One, PC) se centra en la segunda guerra mundial, un conflicto de sobras conocido al que se suma un juego con un aspecto técnico más que notable.

Adiós a los exoesqueletos: el modo campaña de Call of Duty WWII nos transporta directamente en 1944, en plena segunda guerra mundial. El desembarco de Normandía es el primer gran escenario del juego, que repite fórmula de sobras conocida: acción en primera persona, shooter puro, siguiendo una historia.

'Salvar al soldado Ryan' y este Call of Duty WWII presentan coincidencias. Pero la gran diferencia es que en el segundo el jugador es el protagonista: lo primero que debemos hacer, ya metidos en la piel del soldado Ronald Daniels, es participar en el desembarco, más concretamente sobrevivir al mismo en plena defensa enemiga: barro, trincheras, luchas, dinamita. Será la primera de las 12 misiones que nos propone un juego lleno de batallas, misiones y acción.

Volver a los inicios tras explorar el espacio parece un acierto. Sigue el concepto de historia lineal, guionizada, pero con protagonismo de las armas. El usuario participa en las misiones, y entre ellas tenemos contenido de vídeo para ayudarnos a seguir la historia. Desde el inicio, se nota que se trata de la saga Call of Duty (por su estética, sus movimientos), aunque con algunos cambios (se introduce una nueva fórmula de recuperar vida, los botiquines).

La historia es creíble, y a medida que se avanza en el juego (unas seis horas de campaña) cobran protagonismo otros personajes, que ayudan al principal con algunas habilidades. El protagonista, eso sí, seguirá siendo ese soldado Daniels que, gracias a su habilidad y a veces a la suerte, es el héroe de la historia.

Quizá no sea la reproducción más fideligna de la segunda guerra mundial, pero Call of Duty WWII logra algo complicado: una trama bien llevada acompañada de un apartado técnico más que completo. La saga gana en efectos de luz, y aprovecha las capacidades de las nuevas consolas para ofrecer un título espectacular en su aspecto visual.

Como es también habitual, el título llega acompañado de otros modos: el zombie y el multijugador. En el primero, en este título hay que combatir zombies nazis. En el segundo, se exploran éxitos de juegos como Counter Strike: batallas muy rápidas, por equipos, en busca de la victoria final.

En resumen, Call of Duty WWII vuelve a los orígenes, pero mejorando el aspecto técnico. Los fans de la saga estarán contentos, como también los amantes de las guerras de épocas pasadas. Nuevos retos para un título que en sus tres primeros días a la venta facturó 500 millones de dólares.