Una red internacional de tráfico de cocaína, que pretendía instaurar una nueva ruta hacia España, vía marítima, ha sido desarticulada por la Policía Nacional en el marco de una operación que se ha saldado con la detención de 24 personas, siete de las cuales se produjeron en A Coruña y cinco en Pontevedra.

Se trata de narcotraficantes colombianos que contactaban con grupos locales de traficantes para vender droga al por mayor y la investigación comenzó cuando, en 2016, la Policía Nacional detectó la presencia en Galicia y Barcelona de un conocido traficante colombiano que buscaba puntos de entrada de droga en España.

El director de los Grupos de Respuesta Especial al Crimen Organizado (Greco), Ricardo Toro, ha explicado que la importancia de la operación reside no sólo en que se hayan incautado 2.400 kilos de cocaína, sino también en el hecho de que «si hubieran triunfado con su operación probablemente se hubieran instalado aquí, en Galicia y en otros puntos de España».

«Es una de las operaciones contra el tráfico de cocaína más importantes que se han realizado en España en los últimos años, no solo por la gran cantidad de droga, sino por el número de detenidos, de los cuales algunos son personas de bastante importancia dentro del tráfico internacional de cocaína», ha destacado.

La operación ha sido desarrollada por el Cuerpo Nacional de Policía, la Brigada Central de Crimen Organizado, la Brigada Central de Estupefacientes. Han intervenido diversas plantillas territoriales, como la Jefatura Superior de Policía Nacional de Galicia, País Vasco y algunas comisarías como la de Guadalajara, según ha confirmado Toro.

«Hemos tenido que recurrir a bastantes unidades policiales para llevar a cabo todas estas detenciones, registros e incautaciones», ha comentado el responsable policial, que ha incidido en que en estos casos «suele haber algunos individuos» extremadamente violentos.

Se han practicado 24 detenciones en Vigo (1), Pontevedra (5), A Coruña (7), Madrid (8), Guadalajara (2) y Guipúzcoa (1). El comisario ha afirmado que la pretensión de los cárteles colombianos, radicados en la zona colombiana de Cúcuta, era introducir la droga por el puerto de Barcelona.

Al contrario que en otros casos, ha subrayado, los propios colombianos eran los que viajaban hasta España para establecer contactos y encargarse de su transporte y distribución.