Rafael García Fernández, alias El Rafita, es uno de los treinta detenidos en una macrooperación contra el robo y despiece de vehículos que llevó a cabo la Policía Nacional en la Cañada Real de Madrid, y que se suma otra de ámbito internacional en la que hay 13 detenidos más por delitos similares. Se trataba de los dos grupos más activos que operaban en Madrid dedicados al robo y despiece de vehículos, y que fueron desarticulados en el marco de la operación genérica denominada «Wagen», puesta en marcha por la Jefatura Superior de Policía para coordinar la prevención e investigación de estos delitos. Se realizaron un total de 30 entradas y registros en los que se intervinieron 49 coches, 15 de ellos sustraídos y 34 con piezas robadas. Además se están analizando más de 80 motores y centralitas para comprobar su procedencia. Entre los 30 arrestados de uno de los grupos, de carácter nacional y asentado en el poblado de la Cañada Real, está El Rafita, condenado por el asesinato y violación de la joven Sandra Palo en 2003, cuando él era menor. Ahora, con 29 años y una treintena de antecedentes desde que es mayor de edad, decidió presentarse ayer en comisaría acompañado por su abogado tras saber que sus tres hermanos habían sido detenidos en esta operación. «Era uno más del clan», explicó uno de los mandos policiales.

Fue a mediados del año 2017 cuando los agentes supieron de la existencia de dos grupos -uno internacional y otro nacional-, que actuaban de idéntica forma: robaban los coches bajo encargo para desguazarlos en pocas horas.