Los Mossos d’Esquadra han detenido a los cuatro miembros de una banda especializada en robar bares por el método del butrón cuyo líder, un contorsionista que aprovechaba sus habilidades para pasar por estrechos agujeros, consultaba el horóscopo con el propósito de escoger el mejor día para actuar.

En rueda de prensa, el jefe de investigación de la comisaría de Nou Barris de los Mossos, el sargento Eduard Rodríguez, detalló ayer que los agentes que iban detrás del grupo no salían de su asombro cuando en las escuchas a la red les oían constantes alusiones a la palabra Sagitario, que creían inicialmente que era lenguaje en clave, hasta que descubrieron que era el signo del zodiaco que el líder consultaba como oráculo para saber cuándo tenía que actuar.

Ni las consultas del jefe del grupo al zodiaco ni el hecho de que se ocultara en una cabaña en medio de un bosque de Sentmenat (Barcelona) han impedido su localización y detención, al igual que la de los restantes miembros de la banda, por la policía de la Generalitat, que los relaciona con una veintena de robos, quince de ellos en la capital catalana, en los que habrían obtenido un botín valorado en más de 100.000 euros.

Rodríguez desveló las consultas al horóscopo para actuar no fue lo único que les sorprendió del grupo, ya que cometió otro hecho «insólito» en este tipo de bandas: destinó una parte «irrisoria» de su botín a donaciones a ONG de ayuda a la infancia, como la Cruz Roja o Acnur.

El grupo estaba liderado por un hombre de nacionalidad rumana de 55 años, que actualmente llevaba un nivel de vida muy austero, casi de «ermitaño», según Rodríguez, en su cabaña del bosque de Sentmenat, donde hacía sesiones informativas de cuatro o cinco horas para preparar minuciosamente los golpes junto a sus compañeros.

La banda, que actuaba de forma muy perfeccionista, la completaban dos hombres de nacionalidad española, de 46 y 26 años, y una joven venezolana de 24, a los que el contorsionista reclutó en Valencia tras desaparecer de Cataluña.

La investigación se inició el pasado 14 de octubre cuando se tuvo conocimiento de un robo en un bar del distrito barcelonés de Nou Barris al que los ladrones habían accedido haciendo un agujero desde la portería contigua.