Agentes de los Mossos han detenido a nueve miembros de una organización criminal que se habían especializado en los robos violentos a empresarios a los que les monitorizaban los desplazamientos con el uso de dispositivos electrónicos de seguimiento. La investigación arrancó el 21 de mayo, cuando la policía supo que dos personas habían sufrido un robo violento en el interior del párking de un edificio de Barcelona cuando estacionaban su vehículo. Los tres asaltantes se llevaron 12.000 euros en metálico. El dinero era parte de la recaudación de una fiesta que habían organizado en un local de ocio nocturno, ya que una de las víctimas era un empresario dedicado a la gestión de fiestas musicales a escala internacional.

Los investigadores pudieron comprobar que los autores del robo habían colocaco un dispositivo de control en el vehículo de las víctimas para poder establecer los desplazamientos que hacían y su posición. Fruto de las investigaciones la policía comprobó que los asaltantes eran miembros de una organización criminal especializada en los robos violentos, y que antes de cometer los asaltos realizaban siempre vigilancias previas y seguimientos de las víctimas, aunque tuvieran una alta movilidad por toda España.

Para asaltarles utilizaban vehículos que previamente habían robado e intimidaban a las víctimas con armas de fuego, reales y simuladas, y en varias ocasiones usaban chalecos, credenciales policiales simuladas y prendas de diferentes cuerpos policiales.

El día 21 de septiembre se estableció un operativo policial que permitió detener nueve miembros del grupo. El mismo día se realizaron en Barberà del Vallès, Sabadell y Barcelona siete entradas y registros, seis en los domicilios de los detenidos y una en un local de la organización. En los registros los agentes localizaron una plantación de 150 plantas de marihuana e intervinieron 540 kilos de de hachís, material para sustraer vehículos, tres armas de fuego simuladas y una real, una pistola eléctrica, defensas extensibles y varias piezas de ropa de la Guardia Civil.

A los nueve detenidos de nacionalidades española y marroquí y de edades comprendidas entre los 26 y los 43 años se les considera autores de tres robos con violencia e intimidación y de un delito contra la salud pública.

Todos los arrestados pasaron a disposición judicial el 23 de septiembre y el juez decretó el ingreso en prisión para los tres líderes de la organización y libertad con cargos para el resto.