Si el gran problema de taxi es la pérdida de valor de unas licencias por las que muchos han contraído créditos que ahora no pueden devolver, Cabify, una de las dos plataformas digitales de los VTC, ha ofrecido una posible solución. Se trataría de crear un “fondo para la transición” destinado a aquellos que quieran recuperar el importe invertido en la compra de su permiso.

La bolsa, gestionada por la Administración y acordada con todas las partes, se nutriría, en primer lugar, de las aportaciones de la propia aplicación, que podrían sumar unos 400 millones de euros anuales en los cálculos que ha hecho solo para Madrid. Con el resto de plataformas que quisieran sumarse podrían alcanzarse los mil millones.

CINCO CÉNTIMOS POR KM

La propuesta de Cabify consiste en destinar al fondo 5 céntimos de euro por cada kilómetro recorrido por sus flotas. Sus directivos calculan que sería suficiente para indemnizar en dos o tres años todas las licencias actualmente vigentes en Madrid a una media de 150.000 euros para cada una de ellas. A cambio de estas compensaciones, las plataformas solo pedirán que todo siguiera funcionando como hasta ahora.

No deja sorprender que en medio de la tensión creada por un problema que parece irresoluble, alguno de los actores hagan una propuesta en positivo y aún más si viene acompañada de la disposición rascarse el bolsillo. No creen sus directivos que sea nada original. Se ha hecho con las reconversiones industriales y se hará con la transición ecológica.

Cuando Cabify negociaba con el Gobierno la redacción del decreto que centrifugó el problema a las autonomías ya lanzó la oferta, pero el Ministerio de Fomento la descartó, según el cofundador de la plataforma, Juan de Antonio.

FONDOS POR COMUNIDADES

Ahora Cabify reclama que el Ministerio de Fomento vuelva a legislar y la retome, aunque también la planterán a la Generalitat y la Comunidad de Madrid. No tiene porque haber un solo fondo, sino solo en las comunidades donde sea necesario.

En la reunión mantenida con el ‘conseller’de Territori, Damià Calvet, no la pudieron poner sobre la mesa porque les recibió “sólo treinta minutos” durante los cuáles les expuso su intención de aprobar el decreto de la precontratación. “Nos dio tiempo a decirle no estábamos de acuerdo y nada más, dieron por acabada la reunión y ese fue el diálogo”, según el cofundador. Con el presidente regional madrileño aún no han hablado. Sólo lo ha hecho la patronal de las VTC, Unauto.

Cabify sigue “sin creerse” que el Govern vaya a ser capaz de expulsar de un plumazo a servicios que demandan más de un millón de clientes y de los que dependen las casi 10.000 familias de los empleados. Es por esta incredulidad que, asegura De Antonio, no ha decidido aún que hará si el ‘decreto Calvet’ sigue adelante. A diferencia de Uber, que ya ha entonado el adiós.

OFERTA PARA INTEGRAR A LOS TAXIS

La precontratación, aunque fuera de 15 minutos, les “expulsaría del 95% del negocio”, pero Cabify tiene la intención de integrar también a los taxistas en su plataforma antes de junio a través de Easy Taxi. Esta aplicación ya opera junto a Cabify en ocho países del mundo, donde permite la reserva y pago de un taxi o de un VTC.

El grupo asegura que es otra forma de tenderles la mano. La mitad de los clientes de Cabify tiene interés en pedir también taxis, lo que facilita la integración al aumentar la oferta de vehículos disponibles. Durante este primer semestre del 2019, la compañía prevé lanzar un proyecto piloto. Uber ya anunció un proyecto parecido meses atrás.