La Comisión Europea adoptó ayer el plan coordinado de controles en los 27 países de la Unión Europea (UE) de los alimentos preparados para verificar el origen animal de la carne que contienen, ante la comercialización fraudulenta de platos preparados con carne de caballo cuando en la etiqueta se anuncia como carne de vacuno. La Comisión prevé realizar un balance a mediados de abril sobre el alcance y la distribución territorial del fraude en el etiquetado de los productos en la UE. La competencia sancionadora es de los estados.

El objetivo es verificar si se trata de un fraude aislado causado por la empresa francesa Spanghero, suministradora de carne a compañías de platos preparados, o de un fraude generalizado, propiciado por la bajada del precio de la carne de caballo en países como Rumanía. Los controles empezarán de forma inmediata y seguirán en marzo, dijo el portavoz del comisario de Salud, Tonio Borg.

El control del ADN de la carne se realizará principalmente a nivel minorista en los productos empaquetados destinados al consumidor y se centrará en aquellos en los que la etiqueta indica que son a base de carne de vacuno, precisó el portavoz de Borg. La CE prevé realizar unos 2.250 controles aleatorios, de los que 150 corresponderán a España, al igual que a los otros cinco grandes países de la UE.

En paralelo se realizará un segundo control en los mataderos para detectar si hay restos del fármaco fenilbutazona en la carne de caballo. Este antiinflamatorio se utiliza como analgésico y contra la fiebre en los caballos, pero está prohibida su utilización en los animales destinados al consumo humano.