El presidente de la Conferencia Episcopal (CEE), Ricardo Blázquez, alertó ayer de la «extraordinaria escasez» de vocaciones que padece la Iglesia española «desde hace mucho tiempo» y urgió a buscar respuestas a esta realidad «con creatividad».

En su discurso inaugural de la 111º Asamblea Plenaria, Blázquez reconoció que «desde hace mucho tiempo venimos padeciendo una penuria seria de vocaciones para el ministerio presbiteral» y, «si hace varios decenios la abundancia era extraordinaria, actualmente la escasez es también extraordinaria».

La «floración vocacional no aconteció como por generación espontánea», advirtió el presidente de la CEE, que afirmó que «en otros tiempos» había un ambiente propicio constituido por las familias, las parroquias y las escuelas en que las vocaciones surgían fácilmente.

El panorama actual generalizado «es fuente de inquietudes y de sufrimiento para todos nosotros», subrayó Blázquez, que advirtió de que «no podemos resignarnos a la administración de la escasez» y urgió a buscar respuestas a «esta necesidad básica que repercute decisivamente en la vida de la Iglesia».

Según los últimos datos de la CEE, el número de sacerdotes ordenados en el 2017 ha descendido un 21% con respecto al año anterior, al pasar de 138 en el 2016 a los 109 de este último curso.

«Debemos decirlo con claridad: la Iglesia en España necesita vocaciones para el ministerio sacerdotal», dijo Blázquez, que calificó la situación de «precaria».