El 2018 rompió la tendencia y, tras cuatro años de subida de la siniestralidad vial, cerró con 1.806 fallecidos en las carreteras interurbanas y en ciudad, 24 menos que un año antes, según el balance definitivo de accidentes, que arroja un incremento del 45% de los atropellos mortales. Un balance que el director general de Tráfico, Pere Navarro, presentó ayer en rueda de prensa, que contabiliza el número de muertes en los 30 días posteriores al siniestro y que concluye que hubo una media de cinco fallecidos al día.

Según los datos de la DGT, el año pasado se registró un notable incremento (45%) de los atropellos mortales en las vías interurbanas, con 149 peatones fallecidos frente a los 103 de un año antes. En las ciudades, sin embargo, bajaron en 11 hasta los 237.

Precisamente, los usuarios vulnerables (peatones, ciclistas y motociclistas) representan ya el 48% del total de fallecidos en accidentes, un 2% más que en 2017.De todos modos, en el caso de los ciclistas los datos son más positivos que en los otros dos colectivos, ya que murieron 58 (43 en carretera y 15 en ciudad), lo que supone 20 menos que en 2017.

El Observatorio de la Seguridad Vial de la DGT ha recogido los datos de las ciudades y de los hospitales para poder elaborar el informe definitivo del año con unos datos que, según Navarro, ayudan a la toma de decisiones en esta materia. Así, en 2018 se produjeron un total de 102.299 accidentes con víctimas, en los que murieron 1.806 personas (un 1,3% menos) y 138.609 resultaron heridas, de las que 8.935 precisaron hospitalización (25 al día).

Este descenso, el primero en cuatro años, se produjo en un año en el que los desplazamientos de largo recorrido aumentaron un 1,9% y alcanzaron los 416,4 millones. Además, las matriculaciones subieron un 7% hasta un parque de 35.188.690 vehículos.

CIUDAD Y CARRETERA / Del análisis de los datos se deduce que el 63% de los accidentes con víctimas se produce en ciudad, pero es en las vías interurbanas donde se contabiliza el mayor porcentaje de fallecidos (un 73%). En las ciudades murieron 489 personas (por primera vez la cifra baja de 500), pero la mitad de los heridos graves de 2018 se produjeron en sus calles. Según Tráfico, el descenso se concentró en las ciudades de menos de 500.000 habitantes, mientras que la siniestralidad subió en Madrid y en Barcelona. Navarro explicó asimismo que los usuarios vulnerables representan el 82% de los fallecidos en ciudad (237 peatones, 15 ciclistas y 145 motoristas).

Por tipo de vía interurbana, aumentaron un 5% los fallecidos en autopista o autovía (323, es decir, 15 más), y bajaron un 2% en las convencionales (994, 19 menos). En estas carreteras es la salida de vía la causa que provoca el mayor porcentaje de accidentes, con un 38%, por delante del choque frontal (27%) y del frontolateral (16%).