Miguel Hurtado explicaba en una entrevista con EL PERIÓDICO, cuando este diario publicó los abusos sexuales que había sufrido por parte del monje Andreu Soler de la abadía de Montserrat, que antes de hacer pública su historia se había estado preparando durante años. "A lo largo de este tiempo me he formado como activista. Quería aprender todo lo necesario para sacarlo a la luz".

Durante ese tiempo, Hurtado hizo la especialidad de psiquiatría juvenil en Madrid y se trasladó a Londres para trabajar de médico, pero no dejó de investigar el encubrimiento de los abusos del monje Soler por parte de Montserrat. Sobre todo, después de descubrir que el monasterio le había dedicado un libro de homenaje al fraile Soler, un año antes de que falleciera en el 2008.

GRABACIÓN EN 2012

Hurtado, que sufrió los abusos entre 1997 y 1998, cuando tenía 15 o 16 años, había explicado su caso al monje J.M.S en 1999. Y en septiembre del 2012 fue al encuentro de este fraile y grabó la conversación, que ahora ha hecho pública EL PERIÓDICO. En esta, el monje J.M.S le cuenta a Hurtado que, tras saber por él en 1999 de los abusos de Soler, habló con el entonces abad de Montserrat, Sebastià Bardolet y que el abad no hizo nada.

Durante el diálogo queda clara otra cosa. Las sospechas que despertaba Soler, a pesar de lo que dice públicamente la abadía, eran un secreto a voces, tal como han relatado diversas víctimas localizadas por este diario. Si nadie actuaba en Montserrat era por miedo a las represalias de Soler, un monje que había creado el movimiento escolta, 'Els nois de servei', y gozaba de una posición superior al del resto de frailes.

UN VÍDEO

Hurtado grabó también un vídeo con cámara oculta que EL PERIÓDICO publicó este jueves. En la secuencia se ve al actual abad de Montserrat, Josep Maria Soler, admitiendo que supo "por comentarios y rumores" ya en la década de los setenta que el monje Andreu Soler abusaba de menores.

"Si el abad no ha dimitido cuando finalice la cumbre, entregaré toda la documentación y las grabaciones al Vaticano el lunes", ha explicado Hurtado. El Vaticano ya abrió y cerró el caso de Hurtado en el 2016 -sin hablar con el afectado en ningún caso-, según informó la abadía. Ahora que ya son diez las víctimas de Soler y que se han hecho públicos estos documentos audiovisuales, Hurtado, que subraya que "demuestran que la abadía sí sabía de los abusos de Soler", espera que el Vaticano lo reabra.

"Si queremos que no vuelva a suceder, es importante que obispos, cardenales y abades denuncien siempre a la policía. Porque si no denuncian y no les pasa nada, van a seguir encubriendo estos delitos. Pero si el abad Soler ahora es cesado, el Vaticano va a estar enviando un mensaje muy potente de que a partir de ahora el encubrimiento te cuesta el puesto de trabajo".