El acusado de matar a su exmujer en agosto del 2015 en Bilbao aseguró ayer en el juicio, entre sollozos, que su muerte fue accidental, durante una discusión en el domicilio de la víctima, y que decidió atropellarla posteriormente porque pensó que nadie le iba a creer. Jorge Mateos Prado, que solo respondió a preguntas de su abogado, reconoció su participación en la muerte de su exmujer, de 34 años, durante el juicio con jurado que se inició ayer en la sección primera de la Audiencia de Bizkaia. Según declaró, durante la discusión en el domicilio de la víctima, donde fue para «cuadrar horarios» de los hijos, ella le agarró, él la empujó y se golpeó contra la encimera de la cocina. Después la acompañó al baño para que se limpiara la sangre y allí, ella le pidió que abandonara la casa e intentó cerrar la puerta del aseo. Aseguró que, al intentar abrir de nuevo la puerta, ella cayó hacia atrás y se golpeó la cabeza con un escalón del baño y, al creerla muerta y pensar que nadie le iba a creer, entró en pánico y decidió arrollarla con el coche simulando un atropello.