La asesora jurídica del Centro de la Mujer de Maracena (Granada), Francisca Granados, negó ayer ante la juez haber cometido intrusismo profesional en su labor en el caso de Juana Rivas y opinó que la querella que el Colegio de Abogados de Granada ha presentado contra ella por este motivo está «instrumentalizada» para «ir en contra de la igualdad entre hombres y mujeres». Granados declaró durante algo más de una hora en el Juzgado de Instrucción número 3 de Granada en calidad de investigada por este asunto, en el que se dirime si se excedió en sus funciones, desempeñando otras que sólo puede ejercer un abogado, en el caso de Juana Rivas. Esta madre de Maracena se enfrenta a una petición de cinco años de cárcel por presunta sustracción de menores tras permanecer casi un mes en paradero desconocido incumpliendo la orden judicial de entregar a sus hijos al padre.