Los forenses que realizaron la autopsia a María del Castillo Vargas, cuyo exmarido es procesado por su asesinato, han dado un giro al relato del fiscal y las acusaciones al señalar que el acusado la apuñaló en la calle «encima de ella» después de que ésta huyera de él saltando por el balcón de la casa. Los forenses que realizaron la autopsia explicaron ayer que «no había rastro de sangre» en la casa y los zapatos de la víctima estaban «completamente limpios», por lo que no se movió mientras sangraba.

«Pensamos que cuando está siendo agredida se coge de la balconada para descolgarse», explicaron, tras señalar que las puñaladas -17 en la cabeza, 10 en el cuello, una en el abdomen, una en la nalga y tres en cada uno de los brazos, éstas defensivas- le fueron infringidas «intencionadamente» por el agresor «probablemente encima de ella», con la «víctima en el suelo que mueve la cabeza» tratando de esquivarlas, de ahí las múltiples heridas en cuello y cabeza. Las acusaciones sostenían que el acusado asestó hasta 40 puñaladas a su exmujer -que había presentado demanda de divorcio- en el interior del domicilio de ella en Lebrija (Sevilla).