El llamado asesino de Facebook, el hombre que el pasado domingo colgó un vídeo en la red social sobre cómo mataba a una víctima elegida al azar, se suicidó este martes, cuando le perseguía la policía tras una huida de tres días. Se mató de un tiro sin salir de su coche en Pensilvania, esta vez sin cámaras, a unos 500 kilómetros de su primer crimen.

Steve Stephens, un afroamericano de 37 años que trabajaba como asistente social y sin antecedentes penales, estremeció a todo el mundo el pasado domingo tras divulgar en Facebook un vídeo en el que se veía cómo asesinaba a un hombre a quien encontró por una calle de Cleveland (Ohio) apelando venganza sobre los supuestos males que le había infringido su novia, a quien mencionaba, y su madre.

Mató a Robert Godwin, de 74 años, padre de 10 hijos y abuelo de 14 nietos y otros tantos bisnietos, a quien en una grabación mostraba cómo en menos de un minuto le paraba por la calle, le hacía decir un nombre (el de la mujer) mientras el hombre se mostraba perplejo y le disparaba sin más preámbulos.

El vídeo del asesinato se mantuvo en Facebook durante dos horas, aunque la empresa asegura que bloqueó el acceso al contenido tan solo 23 minutos después de que los usuarios lo marcaran como inapropiado. El propio Mark Zuckerberg, ayers inauguraba su reunión de desarrolladores, dio el pésame a la familia de Godwin y prometió «hacer todo lo que pueda» para impedir que se repita un suceso así.

En las imágenes, Stephens se retransmitía conduciendo y anunciando que había matado a otras personas en su camino. Con frialdad, enhebrando un discurso recursivo y mirando a cámara, el asesino culpaba a su expareja, Joy Lane, y a su propia madre («por haberme hecho como soy») de todas las atrocidades que pensaba cometer. Y anunciaba que quería «matar a muchos y que me condenen a la pena de muerte» porque él «ayudaba a muchas personas» y cuando estaba «mal», nadie le ayudaba a él. «Voy a pasarlo bien», decía y anunciaba próximas conexiones.

Aunque las imágenes de la confesión de Stephens fueron retiradas tras las denuncias, el vídeo corre por Youtube comentado por otros usuarios, aunque algunos han retirado la parte de la muerte. La familia de Godwin ha pedido que no se comparta.

El pánico a que se convirtiera en un asesino en serie capaz de postear sus crímenes se extendió entre las autoridades. Fuerzas de seguridad federales y de varios estados comenzaron el domingo a buscar a Stephens, ante el temor de que siguiera matando. El FBI ofreció una recompensa y lo incluyó rápidamente en la lista de criminales más buscados.