Agentes de los Mossos d'Esquadra han detenido la madrugada de este domingo a una mujer de 53 años, de nacionalidad española y vecina de Barcelona, por su implicación en la muerte de otra mujer en el barrio del Raval, en Barcelona. Según ha sabido EL PERIÓDICO ambas mujeres mantenían una relación sentimental desde hacía 15 años.

Los hechos se han producido de madrugada cuando, a raíz de una discusión entre las dos mujeres en un domicilio, la detenida ha herido de muerte a la víctima con un arma blanca.

El Área de Investigación Criminal de la Región Policial Metropolitana Barcelona se han hecho cargo de las investigaciones, según han anunciado en un comunicado.

Durante la noche ha habido varias llamadas de los vecinos a la policía. Las primeras, por una fuerte discusión; más tarde, por el asesinato.

LA VERSIÓN DE LOS VECINOS

Poco antes de las tres de la madrugada, Ana bajó al rellano y empezó a golpear los timbres de los vecinos. "¡Que la he matado!", gritaba. Antonio abrió la puerta y subió a comprobar qué había ocurrido. Descubrió a Pili "tendida boca abajo en el suelo del comedor".

La cogió en brazos y la sentó en el sofá. En ese instante llegó Ana. Respiraba "con dificultad" y pensó que estaría "roncando". "Tranquila, está durmiendo", le dijo. Al terminar la frase, Antonio se fijó en el cuchillo que estaba en el suelo, manchado. "¿Y ese cuchillo?", le preguntó. "Es que la he apuñalado", insistió Ana. Antonio levantó la camisa de Pili y descubrió la herida, casi en el centro del pecho, justo en el corazón.

15 AÑOS DE RELACIÓN

Cuando llegaron los Mossos, Pili ya había fallecido. La ambulancia del Sistema d'Emergències Mèdiques ni siquiera llegó a practicarle la reanimación, cuentan Antonio y su hermana, Asunción, que viven debajo del domicilio de Pili y Ana, en el Raval, y la mañana de este domingo han declarado en la comisaría.

Según remarcan estos vecinos, las dos mantenían una turbulenta relación sentimental desde hacía unos 15 años. Las discusiones eran "casi diarias". A menudo con demasiado alcohol de por medio, según su relato.

A Pili, una cocinera de 57 años, le habían visto a veces moratones. Y las llamadas a los Mossos y a la Guardia Urbana eran constantes. "Pero venían y como les dejaban entrar en casa, se marchaban", explica Antonio.

La de este sábado tenía que ser una más. De hecho, patrullas de los Mossos habían estado allí horas antes del asesinato. Parecía otra discusión más. Hasta que Ana bajó de madrugada gritando que la había "matado". Tras tantos conatos de violencia y tantks gritos de "te voy a matar" que habían escuchado estos últimos años, de entrada no la creyeron. Pero Ana esta vez había ido más lejos. Y decía la verdad.