Una mujer de 69 años y su hija de 43 fueron asesinadas ayer por arma blanca en Vitoria y su presunto agresor, expareja de la mujer más joven, fue detenido tras prender fuego a la vivienda y saltar desde un octavo piso a una lona colocada por los bomberos. Fuentes del Departamento Vasco de Seguridad confirmaron que la hija falleció prácticamente en el acto, mientras que su madre muriró cuando era trasladada al hospital de Txagorritxu de la capital alavesa. La víctima de 43 años tenía al parecer dos hijos menores que estaban en el colegio cuando ocurrió el crimen, el primer asesinato machista de este año en Euskadi.

La mujer no había presentado nunca una denuncia por violencia machista contra su expareja, el presunto autor del doble asesinato, de 46 años. Los hechos se iniciaron sobre las 11.30 horas en un edificio ubicado en el número 6 de la calle Julián de Arrese, en el barrio de Lakua-Arriaga, ubicado en el norte de la capital alavesa y donde residen unos 20.000 vecinos del total de 244.000 habitantes que tiene Vitoria.

El presunto autor del crimen mató a la mujer más joven, de la que se había separado hace unos meses, e hirió de gravedad a su madre, al parecer en el descansillo de la escalera. La hija falleció prácticamente en el acto, mientras que la madre pereció en el hospital. Entre tanto, el agresor se atrincheró en un domicilio ubicado en el octavo piso y, cuando la Unidad de Intervención de la Ertzaintza entró en el edificio, prendió fuego a la vivienda. Previamente los bomberos habían colocado una colchoneta en la terraza de la primera planta ya que el hombre había amenazado con tirarse. Sobre las 13.00 horas, cuando ya se veía salir humo por las ventanas del octavo piso, el presunto asesino abrió una de ellas, salió al exterior y se quedó agazapado en la cornisa. Poco después perdía el equilibrio y a punto estuvo de caer al vacío, pero logró agarrarse al alféizar con una mano. Finalmente cayó a la terraza donde los bomberos habían colocado la colchoneta que amortiguó el golpe. Tras el impacto, fue introducido en una ambulancia para ser trasladado a un hospital en calidad de detenido, escoltado por dos coches patrulla de la Ertzaintza.

El suceso conmocionó a los vecinos del barrio y la noticia se difundió rápidamente ya que el concejal de Seguridad Ciudadana, Carlos Zapatero, fue informado de lo ocurrido cuando se celebraba el pleno municipal, que fue suspendido hasta el martes. Se da la circunstancia de que Zapatero sufrió una bajada de tensión que le provocó un mareo, por lo que se hizo un receso, y en ese descanso es cuando recibió una llamada a su teléfono móvil en la que se le informaba del crimen. En las inmediaciones del lugar de los hechos se concentraron varios vecinos consternados por lo ocurrido. Uno de ellos señaló que conocía a la víctima más joven, que trabajaba en tareas de limpieza.

También acudió al lugar el presidente de la Asociación de Vecinos Ipar Arriaga, Ángel Lamelas, quien llamó a la «calma», al tratarse según dijo de un «hecho aislado» en un «barrio tranquilo». Tras hablar con varios vecinos, Lamelas se mostró muy afectado y pidió respeto para la familia.

Junto con la Ertzaintza y la Policía Local, al lugar del suceso también acudió la comitiva judicial para el levantamiento del cadáver de la víctima más joven, antes de su traslado al Instituto de Medicina Legal donde se le practicará la autopsia, al igual que a su madre.

En lo que va de año han muerto ya diez mujeres en España en crímenes machistas y ocho menores han quedado huérfanos como consecuencia de esos bárbaros asesinatos.