Tienen su propio canal en Youtube, Fantastic Adventures, con 700.000 suscriptores. En los vídeos -vistos por millones y millones de personas- aparecen divertidos, repeinados, guapos, ocurrentes y parlanchines. A veces cocinan, comen galletas, ponen velas de Halloween en casa, se disfrazan de superhéroes… Son siete chavales con edades comprendidas entre 6 y 15 años. Todos son hijos adoptivos de Machelle Hackney, una mujer estadounidense de 48 años. Detrás de la felicidad ‘online’ que esconden sus ‘aventuras fantásticas’ se esconde (presuntamente) el horror y la miseria humana.

Hackney fue arrestada el pasado viernes en su casa de Maricopa (Arizona). La policía la acusa de maltratar física y psicológicamente a sus hijos, que, según el relato policial, vivían un auténtico infierno a su lado: les azotaba con un cinturón, les rociaba con gas pimienta, les encerraba en armarios, les obligaba a bañarse entre hielos, les hacía pasar hambre y no les daba ni agua. La prensa estadounidense asegura que los menores están ya bajo la custodia de los servicios sociales de Arizona mientras que la madre -que continúa en prisión- niega los hechos. Está acusada de cinco presuntos delitos de detención ilegal, siete de abuso infantil y dos de abuso sexual.

OTROS DOS HIJOS, CÓMPLICES

Otros dos hijos de la arrestada -mayores de edad- han sido también detenidos por permitir los abusos a los pequeños y no denunciarlos ante la policía. Fantastic Adventures fue creado en 2012 por la madre de los pequeños, que subía un vídeo cada semana (ella nunca aparecía delante de la cámara). Eran vídeos muy trabajados. En alguno de ellos, había efectos especiales para contar una historia de superhéroes con poderes. En otro, uno de de los chavales se colgaba desde el techo con una cuerda y ‘robaba’ las galletas que hacía otro de los hermanos.

Después de que el arresto de la madre se hiciera público en los medios estadounidenses -que relataron el horror vivido en la casa de Hackney una vez se apagaba la cámara de grabar- Youtube decidió cerrar el canal. “Cuando tenemos casos tan serios, actuamos. Nuestra política incluye suspender la monetización de los vídeos, investigar qué ha pasado y cerrar el canal”, explicó el imperio audiovisual en un comunicado.

Efectivamente, la policía sospecha que la madre era el cerebro de los vídeos y explotaba a sus hijos para protagonizarlos y conseguir más y más visitas y, por lo tanto, conseguir generosas cantidades de dinero. La felicidad que destilaban los vídeos de Fantastic Adventures era falsa porque cuando se apagaban las cámaras el horror reinaba en la casa.