La Policía Nacional está analizando el móvil de la expareja de Verónica, la mujer de 32 años que se suicidó tras la difusión de un vídeo sexual y que fue puesto en libertad sin cargos después de declarar de forma voluntaria este jueves. Fuentes próximas a la investigación aseguran que el hombre entregó su teléfono móvil a la Policía y respondió a las preguntas de los agentes, sin que estos encontraran ningún indicio de criminalidad para imputarle delito, por lo que quedó en libertad y por el momento no se ha tomado medida alguna contra él. Ahora, los agentes encargados del caso analizan de forma exhaustiva su móvil y no descartan tomar declaración a otros trabajadores de la planta de Iveco, donde la mujer trabajaba. Su expareja se presentó el jueves a las cuatro de la tarde en el cuartel de la Guardia Civil en Mejorada del Campo pero fue puesto a disposición de la Policía, que investiga el caso.