La tristeza y los síntomas depresivos se conforman a través de la visión negativa sobre uno mismo, sobre el mundo y sobre el futuro. Aparece nostalgia, anclada en el pasado y el presente es visto con apatía. Se pierde el disfrute en todo aquello que antes nos creaba bienestar y genera aislamiento y soledad. La psicología clínica trata con éxito esta sintomatología, pero no es la única disciplina que tiene efectos beneficiosos. La Psicología Positiva trata también la baja autoestima, ansiedad y depresión.

Una de las 24 fortalezas personales que nos conforman, dentro del ámbito de la Psicología Positiva, es la gratitud. Los estudios y la práctica van avalando cómo tiene un potente efecto sobre el estado anímico y la actitud vital.

BENEFICIOS DE LA GRATITUD

La gratitud es la capacidad de valorar y apreciar los aspectos relacionados con nuestra vida y con nosotros mismos. No implica únicamente dar las gracias ante un regalo, sino más bien saber mirar todo en lo que se basa nuestro día a día.

Cuidarse a uno mismo, tener buenas relaciones sociales y mantener el ocio, influye en cómo una persona se siente. Pero aspectos más olvidados, como la gratitud, también marcan la actitud con la que enfrentamos los obstáculos o cómo sentimos felicidad y bienestar. Además, esta fortaleza cuenta con diversos beneficios que la hacen ser tan valiosa:

Reducción de sintomatología ansiosa y niveles elevados de estrés.

Aumento de la sensación de felicidad percibida.

Fomento del autocuidado y los hábitos saludables.

Potenciación de la resiliencia.

Promoción de más y mejores relaciones sociales.

Desapego al resentimiento y la culpa.

Reducción de sintomatología depresiva.

Tendencia a la generosidad y el altruismo.

REDUCE LA TRISTEZA

La tendencia habitual es que asociemos la gratitud a dar las gracias por algo que otra persona hace por nosotros. Sin embargo, este concepto es mucho más amplio. En palabras de Robert Emmons, investigador de la Universidad de California, es un "sentimiento de asombro, agradecimiento y apreciación por la vida".

Esta amplia visión nos hace ser más conscientes de las cosas realmente importantes de la vida, así como de aspectos de personalidad que pasamos por alto o creemos no tener. Además, uno de los aspectos más importantes de esta fortaleza, usada dentro del marco de la psicología positiva, es que nos ayuda a aliviar la sintomatología depresiva.

Con las siguientes rutinas diarias, podrás empezar a implementar la gratitud en tu vida.

1. Comienza el día agradeciendo

Una vez que te despiertes y antes de salir de la cama, evoca un pensamiento de gratitud, algo por lo que estés agradecido de tu vida diaria y el día que te espera por delante.

2. Sé generoso

La gratitud no solo es un acto de pasividad. Implica ser proactivo. Por eso, haz algo altruista por otra persona ayudando a alguien que creas que puede necesitarlo.

3. Escribe un diario de gratitud

El diario de gratitud es una poderosa herramienta. Consiste en cada día, o al levantarnos o al acostarnos, escribas 10 cosas por las que nos sentimos agradecidos y el motivo. Pueden ser cosas pequeñas o grandes.

4. Paseo de gratitud

Consiste en realizar paseos diarios de forma consciente, prestando atención a los detalles. En ese trayecto, debemos ir agradeciendo todo aquello que creamos que parece digno de mención. Pueden ser cosas que vayamos viendo o que recordemos.

La gratitud nos hace poner el foco en todo aquello positivo que tenemos en nuestra vida. De esa forma, al ocupar nuestra mente en ello, los pensamientos negativos no aparecerán y romperemos el círculo vicioso de tristeza y depresión.