El sistema de control alimentario en Holanda amaneció este jueves bajo sospecha por una serie de partidas de huevos contaminadas con un pesticida tóxico, el fipronil, vendidas en el país y exportadas a Alemania y cuyo consumo ha sido desaconsejado por el Gobierno.

El organismo holandés responsable de la seguridad alimentaria, NVWA, espera completar este jueves los controles en 180 granjas del país que supuestamente han utilizado este pesticida, utilizado para eliminar el ácaro rojo y que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera tóxico para uso humano.

Los medios locales recogen hoy la "confusión" generada por la NVWA, que dijo en un primer momento que los niveles del pesticida utilizado no implicaban un riesgo para la salud, pero lanzó después una alerta sobre unas series concretas, que recomendó tirar y no consumir hasta nuevo aviso.

ALTO CONTENIDO EN FIPRONIL

Se trata de los huevos blancos con la etiqueta X-NL-40155XX, que el Gobierno recomienda "no comer", porque su "alto contenido en fipronil constituye una grave amenaza para la salud pública", dijo la NVWA en un comunicado.

"Se aconseja a los consumidores tirar estos huevos", precisa este organismo, que indica además que "el alto contenido en fipronil encontrado es superior a la cantidad diaria permitida para el consumo en niños".

Fuentes de la NVWA confirmaron hoy a Efe que estas partidas fueron exportadas a Alemania e indicaron que la investigación "está en curso", por lo que para conocer si han llegado a otros países los Gobiernos deben consultar el sistema de alerta alimentaria rápida de la Unión Europea (RASFF).

CRÍTICAS A LA GESTIÓN

Varias organizaciones de consumidores pusieron en entredicho la eficacia de este organismo, que consideran que "está confundiendo" a los ciudadanos, según recoge el diario 'DutchNews'.

Estas partidas de huevos se han comercializado durante más de un año, aunque según varios expertos consultados por el diario "Volkskrant" el riesgo para la salud es "bajo".

El asunto también ha tocado a Bélgica, donde la Agencia Federal de Seguridad Alimentaria (Afsca) fue informada en junio de unas partidas contaminadas por fipronil, cuyo uso está prohibido en el sector avícola.

La Afsca y la justicia belga desarrollan una investigación, aunque, por el momento, los primeros análisis publicados revelan que los niveles del pesticida utilizados en esas partidas de huevos "no representan un riesgo para el consumidor", informó la agencia Belga.