Amnistía Internacional denunció ayer que los «efectos demoledores» de las políticas europeas en materia inmigración han causado más de 721 muertes en el mar Mediterráneo en junio y julio de 2018. Así lo ha revelado la organización en el informe titulado Entre el diablo y el profundo mar azul, informa Europa Press. Europa falla a refugiados y migrantes en el Mediterráneo central (Between the devil and the deep blue sea. Europe fails refugees and migrants in the Central Mediterranean, en inglés). La organización sostiene que el número de personas ahogadas en el Mediterráneo central camino a Europa y el número de personas trasladadas a centros «de detención» en Libia ha aumentado como consecuencia de las políticas europeas «encaminadas al cierre de la ruta del Mediterráneo central».

En el informe, AI carga contra las políticas italianas que impiden la entrada en sus puertos de los barcos que transportan a personas rescatadas por barcos de ONG. Asimismo, analiza cómo varios países de la Unión Europea (UE) están «conspirando» para contener a refugiados e inmigrantes en Libia, país en el que, según destaca Amnistía Internacional, «están expuestas a sufrir tortura y abusos». «El número de muertes en el mar ha crecido, aunque el dato sea insignificante respecto al número de personas que han intentado cruzar el Mediterráneo en meses recientes. La responsabilidad de este aumento en el número de muertos recae directamente en unos gobiernos europeos «más preocupados por mantener a la gente fuera de su territorio que en salvar vidas», ha dicho el investigador de Amnistía Internacional sobre asilo y migración Matteo de Bellis. A su juicio, las políticas europeas «han capacitado a la guardia costera libia para interceptar a personas en el mar, han restado prioridad a los rescates y han obstaculizado el trabajo vital de las ONG de salvamento». «El reciente aumento del número de muertes en el mar no es sólo una tragedia, es una vergüenza», manisfestó de Bellis.

Desde AI subrayan que el aumento de los ahogamientos se suma «un brusco incremento del número de personas recluidas arbitrariamente en centros de detención abarrotados de Libia». De hecho, el número de personas detenidas se ha multiplicado más del doble en los últimos meses, pasando de unas 4.400 en marzo a más de 10.000 a finales de julio, entre las que había alrededor de 2.000 mujeres y menores de edad, según ha recalcado la organización. Y carga contra el Gobierno de Italia por denegar el desembarco a buques de rescate. «Con su cruel decisión de negar a refugiados y migrantes el desembarco en sus puertos, Italia está utilizando vidas humanas como bazas de negociación», acusa.