El aumento de las temperaturas y la mayor duración e intensidad de sequías y olas de calor podrían extinguir algunos bosques relictos de abetos de la región mediterránea, según un estudio liderado por la Universidad Pablo de Olavide (UPO) de Sevilla y el Instituto Pirenaico de Ecología de Zaragoza (CSIC).

Este estudio ha desarrollado una nueva metodología de modelado y predicción de la vulnerabilidad de estos bosques, considerados amenazados o en peligro de extinción según la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Esta investigación se ha publicado en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' y recoge el análisis de 30 bosques de abetos mediterráneos como el pinsapo (Abies pinsapo) en España; las especies Abies maroccana y Abies tazaotana, en Marruecos; el abeto blanco (Abies alba España e Italia); el abeto silesia (Abies cilicica en Turquía, Líbano y Siria); el abeto griego (Abies cephalonica en Grecia y Balcanes) y el abeto del rey Borys (Abies borisii-regis en Balcanes), según un comunicado de la UPO.

El aumento de las temperaturas y de los periodos más secos y cálidos reducirán el crecimiento y acortarán la estación óptima de desarrollo de estas especies durante la segunda mitad de este siglo, lo que podría favorecer el decaimiento y la mortalidad de los árboles, según Raúl Sánchez-Salguero, investigador de la UPO y primer firmante del estudio.

MORTALIDAD GENERALIZADA

Los investigadores Jesús Julio Camarero y Juan C. Linares, por su parte, han destacado la importancia de desarrollar nuevas metodologías empíricas para detectar indicadores tempranos de vulnerabilidad de estas especies, ya que podrían anticipar posibles fenómenos de mortalidad generalizada del arbolado.

Los autores de este trabajo emplean un novedoso modelo matemático que proyecta cómo cambiará la anchura de los anillos anuales de crecimiento de los árboles de cada bosque en función de las tendencias climáticas y considerando las respuestas que ya se han observado a eventos climáticos extremos.

Teniendo en cuenta varios escenarios de emisión de gases de efecto invernadero, han evaluado la vulnerabilidad y estabilidad de estos bosques únicos, en respuesta a las distintas proyecciones climáticas previstas para este siglo.

En el escenario de mayor emisión de gases invernadero y con más eventos extremos, la persistencia de los bosques de abeto blanco y la mayoría de abetos mediterráneos situados a menor altitud en España, Italia, Marruecos, Grecia, Turquía, Siria y Líbano, estarán en grave riesgo de desaparición, pese a haber actuado como refugios climáticos durante miles de años.

Muchos de estos bosques reducirán su crecimiento entre un 20 y un 50% a partir del año 2050, advierten estos investigadores.

Además de la Universidad Pablo de Olavide y del Instituto Pirenaico de Ecología, han colaborado en el trabajo las universidades italianas de Padova y de Pavia (Italia); la de Barcelona; la de Columbia (USA); la de Tirana (Albania); la de Nueva York (USA); la Técnica de Múnich (Alemania); el CETEMAS-Asturias; el Instituto Stereas Elladas (Grecia) y el CEACTierra de la Universidad de Jaén.