Más de 28 millones de niños tuvieron que abandonar sus hogares en 2017 como consecuencia de los conflictos o las crisis humanitarias abiertas en todo el mundo, según un informe de la ONG World Vision, que ha reclamado medidas tanto nacionales como internacionales para garantizar la protección de la infancia en cualquier contexto. Desplazados: De camino a alguna parte cifra en 28 millones el número de menores de edad de niños en movimiento. De ellos, más de 16 millones han recalado en otras zonas de sus propios países, según dicho estudio, con el que la ONG ha querido llamar la atención de la falta de «políticas efectivas» para ayudar a «los niños más vulnerables».

Así lo ha expuesto el director de campañas de World Vision Internacional, Andrew Hassett, para quien «es muy preocupante que la búsqueda de la seguridad en sí misma sea tan peligrosa para los niños que los padres están tratando de proteger».

Muertes y mutilaciones, reclutamiento y uso de niños, violencia sexual, secuestro, ataques a escuelas y hospitales y denegación de acceso humanitario son seis de las violaciones habituales contra los niños atrapados en un conflicto. Solo en República Democrática del Congo, se han registrado 3.270 de estas violaciones en 2017.

La situación tampoco mejora en Siria, desde donde siguen llegando testimonios de víctimas del conflicto que estalló en marzo de 2011. «Nuestra casa quedó en ruinas; mataron a mi madre y mi hermano fue detenido por uno de los grupos armados. Nos obligaron a abandonar nuestro pueblo», relata Ahmad, de 14 años. Hassett ha lamentado que «demasiadas familias como la de Ahmad se ven obligadas a tomar una mala o peor decisión». «Sus historias son difíciles pero es muy importante que todos las escuchemos», ha añadido. E.P.