Un total de 268 personas han muerto ahogadas en espacios acuáticos en lo que va de año, un 20,72 % más que en el mismo periodo del 2018, un aumento que se justifica por el fuerte repunte que supusieron las 95 muertes de julio y que el año pasado el mal tiempo retrasó el uso de las zonas de baño. Según el Informe Nacional de Ahogamientos (INA) de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo, estos datos suponen la confirmación de la quiebra del descenso de fallecimientos por ahogamientos no intencionales en el medio acuático español que se dio el año pasado. Con las 35 muertes registradas en los primeros quince días de agosto del 2019 iguala el segundo peor año, el 2017; está uno por debajo del peor, que fue el pasado 2018.