De los 35.583 nacimientos que fueron inscritos en los Registros Civiles en julio, en 193 ya se antepuso el apellido de la madre, tras la reforma que puso fin a la preferencia del apellido paterno por defecto, cuando no hay acuerdo entre los progenitores.

La tradición de inscribir a los recién nacidos con el apellido paterno en primer lugar se mantiene un mes después de la entrada en vigor de la reforma de la ley de Registro Civil, según los datos recogidos por el Ministerio de Justicia a los que ha tenido acceso Efe.

En el mes de junio, cuando aún se debatía en el Parlamento esta reforma, fueron más los recién nacidos que se inscribieron con el apellido de la madre en primer lugar. En 320 nacimientos, de los 36.420 que se produjeron, los padres se inclinaron por esta opción.

La balanza, de momento, sigue al lado de los padres, y parece que costará tiempo que el apellido de la madre deje de ser relegado al segundo lugar.

POR CONSENSO

Unos 23.000 menores españoles llevan de primer apellido el de su madre desde que se aprobó esa normativa que permitió a los progenitores, solo si había consenso, invertir el orden tradicional de los apellidos.

Desde 2001 al 2016 un total de 22.671 recién nacidos fueron inscritos con el apellido materno en primer lugar, a los que habría que sumar los de los años 1999 y 2000, que no constan porque no están informatizados.

En el 2001 hubo 27 bebés inscritos con el apellido de la madre en primer lugar, cifra que se fue incrementando hasta llegar a los 2.953 del 2016.

El mayor incremento se produjo desde el 2008 cuando se registraron 1.187 o en 2011, cuando se superaron los 2.000 mil (2.337).

A pesar de la reforma del 99 y la de este año, el apellido paterno sigue encabezando las inscripciones de bebés en todas las comunidades, tal y como se puede apreciar en este cuadro en el que se refleja el número de nacimientos en cada comunidad autónoma en los pasados meses de junio y julio, y el número de bebés en los que el apellido de la madre figuró tras su nombre.