La prueba de ADN que ha determinado que Julio Iglesias tiene el 99,99% de posibilidades de ser el padre de Javier Sánchez (Valencia, 1976) se ha sustentado en la comparación de hasta 15 objetos distintos, recogidos por un detective en Miami (EE.UU.) durante nueve días de trabajo.

No ha sido un trabajo fácil, según explica en una entrevista con Efe el abogado de Sánchez, Fernando Osuna, que le ha asesorado en todo el proceso.

En el caso de Julio Iglesias las dificultades han tenido que ver sobre todo con el lugar en el que vive el cantante, una de las zonas más exclusivas de Miami, donde el detective que ha trabajado en la recogida de «muestras» ha tenido que mimetizarse todo lo posible con el ambiente local, y eso incluía llevar un coche de alquiler de gama alta, comer en restaurantes caros y pasear con naturalidad por lugares no habituales para los habitantes de la ciudad.

Aunque inicialmente se publicó la palabra «basura» para describir los objetos de los se ha sacado el ADN de Julio Iglesias, Fernando Osuna matiza que se trata de «objetos que no tienen valor, que han sido desechados, una colilla, un pañuelo, una lata de bebida, una servilleta...».

Este letrado sostiene que «nunca nos jugamos el ADN a una sola carta -un solo objeto-, porque puede estar contaminado por otras personas», por ejemplo una colilla recogida de un cigarro que ha sido compartido. Por eso se ha realizado una comparativa de una quincena de objetos distintos, de los que el letrado no da detalles de dónde y cómo se recogieron.

El caso se retomará con la presentación de la reclamación oficial en un juzgado español. Osuna espera que, aunque inicialmente no ha sido posible, se llegue a un acuerdo entre las partes que haga que, o se evite ir a juicio, o bien este sea un mero trámite.