La Policía Nacional, en una operación conjunta con Europol, ha desarticulado una red criminal dedicada a la trata de personas con fines de explotación sexual formada por quince miembros, que fueron detenidos en las Palmas de Gran Canaria (2), Palma de Mallorca (8) y Alicante (5). Además, los agentes han liberado a cinco víctimas en las Palmas de Gran Canaria (2) y en Palma de Mallorca (3), todas ellas obligadas a pagar una deuda que ascendía a los 35.000 euros. «De las víctimas liberadas una es la hija de una de ellas, seguramente fruto de una agresión sexual», ha asegurado el jefe de UCRIF Central, José Nieto. Las víctimas eran sometidas a rituales de vudú bajo la amenaza de sufrir «graves males», tanto a ellas como sus familiares en Nigeria, si denunciaban a sus explotadores.

La organización criminal contaba con miembros activos en Libia y Nigeria que actuaban como connection man, situados en ciudades claves de la ruta africana para resolver cualquier incidencia, y guide man, encargados de guiar a las mujeres durante todo el trayecto. En el último año, desde octubre de 2017 hasta octubre de 2018, según ha informado el jefe de UCRIF Central con motivo del Día Europeo contra la Trata de Seres Humanos, la Policía Nacional ha llevado a cabo un total de 536 operaciones para erradicar la explotación sexual, logrando la detención de 1.219 personas y la liberación de 290 víctimas. Los detenidos, vinculados a organizaciones criminales de trata y explotación sexual, han sido principalmente nacionales de España, Albania, Nigeria y China durante el último año. Las víctimas eran principalmente de nacionalidad rumana, nigeriana, china y dominicana. La investigación de la última operación contra la trata comenzó cuando los agentes tuvieron conocimiento de una red criminal asentada en Las Palmas de Gran Canaria, Palma de Mallorca y Alicante. Los agentes constataron que la organización tenía la finalidad de lograr la explotación sexual de las víctimas, para lo cual cometían otros delitos como la falsedad documental con la que lograban el cruce de fronteras de las mujeres. Los agentes detectaron la presencia de miembros activos en Libia y Nigeria, y constataron que, para el traspaso de las víctimas, usaban diferentes rutas por el continente africano. La organización se encargaba de facilitar a las mujeres documentación falsa cruzar fronteras. La Policía ha intervenido más de 10.000 euros, equipos informáticos y restos biológicos pertenecientes a rituales de vudú-juju de las víctimas.