El Ayuntamiento de Sevilla ha recurrido a la inteligencia artificial para blindar las calles del centro durante la Semana Santa y evitar así incidentes como los registrados el pasado año, cuando una valla caída y los gritos de delincuentes comunes desataron el pánico y un centenar de personas resultaron heridas en diversas avalanchas. Con el apoyo de varias compañías expertas en innovación tecnológica, la capital hispalense se convertirá en una de las más vigiladas del país esta semana en virtud de un ‘gran hermano’ que monitorizará en tiempo real el casco antiguo y las calles por donde discurran los cortejos procesionales, donde se producen las mayores aglomeraciones y que en momentos clave como la ‘Madrugá’ del jueves al viernes pueden llegar a congregar a cerca de un millón de personas.

Convertir Sevilla en una ‘smart city’ será posible gracias al llamado internet de las cosas, con mobiliario urbano conectado a una gran plataforma digital que desde el servicio de coordinación de seguridad permitirá a sus responsables procesar la información y adoptar las decisiones necesarias en cada momento. El grueso del dispositivo lo conforman veinte cámaras con sensores de reconocimiento facial, 163 luminarias led modulables -camufladas entre las farolas clásicas- y servicios de megafonía especiales ubicados en lugares estratégicos.