El Martes Santo fue de los primeros días de la Semana Santa donde todas las cofradías llegaron a la Catedral, aún sin ser el primer templo de la diócesis la carrera oficial de la Semana Santa de Córdoba.

Hoy la Catedral volverá a estar cerrada, como lleva desde hace casi un mes. El Patio de los Naranjos no recibirá a ninguna cofradía este año, abocadas a quedarse en casa, es decir en sus templos.

Hoy, Martes Santo, seguirá sin haber rastro de cera en las calles y seguirá el mismo desánimo en los cofrades y el pueblo en general ante la ausencia de las cofradías en la calle, en una jornada donde seis cofradías se debían poner en la calle para realizar su estación de penitencia en la Catedral.

El Martes Santo es el día más joven de la Semana Santa cordobesa, donde se encuentran algunas de las cofradías más nuevas. Es un día que en los últimos años ha experimentado bastantes cambios, sin ir más lejos hace dos años se incorporó el paso de palio de la Virgen de la Salud, hermandad de la Agonía y recientemente la hermandad de la Santa Faz estrenó el nuevo palio de su titular mariana, la Virgen de la Trinidad, una obra diseñada por Rafael de Rueda y realizada por Jesús Rosado.

Si bien, este año la hermandad de la Agonía no podrá volver a salir de la Catedral y llegar bien entrada la madrugada hasta el barrio del Naranjo después de haber recorrido la ciudad, momento en el que la guapa Virgen de la Salud es recibida por sus vecinos.

Una ciudad que esta Semana Santa, más que nunca, mira a la basílica donde recibe culto San Rafael, para pedir «medicina de Dios» al Custodio, un templo que cobija desde hace algunos años a la hermandad Universitaria, que este año también dejará su lúgubre cortejo bajo las alas del bendito Custodio.

El Cristo de la Universidad no podrá mostrar su lacerado cuerpo, ni la Virgen de la Presentación su sublime belleza.

En este Martes Santo, como prácticamente todos los días de la Semana Santa, hay enclaves de la ciudad que cobran vida y se asocian directamente con un momento vivido, tal es el caso de la plaza de Capuchinos y su entorno tan vinculado a la hermandad de la Sangre. Una cofradía que seguro hoy tendrá un especial recuerdo a su fundador, fray Ricardo de Córdoba, quien nos dejó el pasado mes de mayo.

Y la plaza de San Andrés tampoco podrá este año contemplar la belleza de la Virgen de la Caridad, la rosa de las rosas, que hoy permanecerá en San Andrés junto a Jesús del Buen Suceso para consolar a sus cofrades.

Tampoco la plaza de la Trinidad será testigo del discurrir de la hermandad de la Santa Faz, las estampitas de los muchos niños que acompañan el cortejo quedarán guardadas para repartirlas quizás en otra ocasión.

Como quedaran guardados los pétalos de flores que cado año reciben a la Virgen de la Piedad a su salida del santuario de María Auxiliadora, poco después de haberse contemplado el bullicioso caminar del misterio de Jesús del Prendimiento, que cada tarde de Martes Santo camina hacia la Catedral.

Una Catedral que hoy no escuchará el sonido de las cornetas, ni el crujir de la madera de los pasos, hoy como ayer y mañana la Catedral seguirá cerrada.