A nadie se le oculta que los que concibieron en 1949 la refundación de la hermandad de Remedio de Ánimas, con raíces documentadas en 1690, pensaron en una estética, en la que tanto tuvieron que ver los poetas del Grupo Cántico, para procesionar en penumbras. Y así ha sido generalmente, aunque las imposiciones y los sacrificios que han impuesto la nueva carrera oficial, en el entorno de la Mezquita-Catedral, ha impuesto sacrificios, entre ellos, la relativamente temprana salida de Remedio de Ánimas de San Lorenzo.

Sin embargo, y por tercer año consecutivo, los vecinos del barrio, con aquellos llegados del resto de la ciudad y del mundo, siguen descubriendo con el sol del atardecer detalles, como el calvario de antirrhínum morado que lucía el Santísimo Cristo ayer, que pueden perderse en la penumbra y que en absoluto desmerecen de la luz del sol.