El Miércoles Santo, que oficialmente conmemora el día de la traición de Judas, se vive en la provincia con una gran expectación desde hace años, convirtiéndose en la antesala perfecta de los días grandes de la Pasión.

LUCENA

El Valle

A las seis y media de la tarde iniciaba su estación de penitencia la Cofradía de Nuestro Padre Jesús del Valle y María Santísima de la Amargura. Desde la iglesia mayor de San Mateo, hermanos y santeros que se encontraban en la iglesia abrían el desfile en un precioso día primaveral. Al frente de la misma el hermano mayor de la cofradía, Miguel Muñoz Egea. La imagen de Nuestro Padre Jesús del Valle fue mandada por Agustín Trujillo Moreno y el paso de la Virgen de la Amargura por Jorge Moreno García, acompañados por sus respectivas cuadrillas de ilusionados santeros. Como siempre, acompañada por el cuerpo de la Policía Nacional, entidad que es hermano honorario de la cofradía. El acompañamiento musical estuvo a cargo de la Agrupación Musical Santísimo Cristo de la Humillación (Servitas). La noche del Miércoles Santo se prolonga con la del Jueves Santo y a medianoche, también desde San Mateo, estaba previsto que hiciera su salida el Cristo del Silencio conocido como de los Estudiantes, acompañado por los tambores roncos enlutados, cuyo hermano mayor es Francisco Molero. Una procesión que cada día atrae más fieles por la belleza de los distintos momentos en su recorrido, el toque de sus tambores y trompeta de silencio.

BAENA

Colinegros y coliblancos

Baena amaneció ayer tomada por los judíos. Colinegros y coliblancos se encontraban por primera vez este año. Las calles, especialmente el casco histórico y el Llano, fueron una vez más un desfile continuo de chaquetas rojas y plumeros de colores, anunciando con sus toques el inicio de las procesiones en la localidad. Para muchos es, además, el reencuentro con el tambor y los amigos. La tarde del Miércoles Santo es la de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús del Huerto y San Diego. A las siete iniciaba su estación de penitencia desde la iglesia conventual de San Francisco. Los coliblancos y colinegros desfilan juntos en esta procesión, aunque los judíos de la cola negra solo hasta el monumento al judío. Durante el recorrido, cuando llegó Jesús del Huerto a la plaza de la Constitución, tuvo lugar el Prendimiento.

PUENTE GENIL

Las primeras figuras bíblicas

El Miércoles Santo pontanés hacen su correspondiente estación de penitencia las cofradías de Nuestro Padre Jesús en el Lavatorio de los Pies, Nuestro Padre Jesús en la Oración del Huerto y Nuestra Señora de la Victoria, al igual que la Real, Pontificia y Carmelita Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia, así como la Cofradía de Nuestra Señora de la Amargura. Cinco pasos en total y una de las jornadas más completas en cuanto a la variedad que puede verse en la calle: pasos a costaleros, a bastoneros, las primeras figuras bíblicas, los primeros miembros de corporaciones que ya visten sus túnicas de rebateo, la famosa Chusma o la música del Imperio Romano, cuyos miembros de la banda de música son los encargados de tocar sus instrumentos detrás del majestuoso paso del Humilde. Además, cabe destacar el encierro multitudinario de las cinco imágenes, que culmina con la entonación de la marcha Recuerdo a la imagen de la Virgen de la Amargura y a la que todo el pueblo le canta la letra de la correspondiente marcha.

PRIEGO

Teatro sacro

La Plaza de la Constitución volvía a convertirse en la tarde noche del Miércoles Santo en un improvisado escenario en el que la archicofradía de La Columna representaba el Prendimiento, pieza de teatro sacro que se remonta a la primera mitad del siglo XVII y en la que se recrean los pasajes evangélicos del Lavatorio, Cena, Oración en el Huerto, Venta y Prendimiento de Cristo. Cuando los actores que toman parte en el Prendimiento, acompañados del Escuadrón de Soldados Romanos y Chaquetillas Colorás de la archicofradía columnaria, regresaban a San Francisco, desde San Juan de Dios iniciaba su desfile procesional la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Preso y María Santísima del Mayor Dolor, cuyos titulares volvieron a congregar a un gran número de público para presenciar las maniobras de ambas cuadrillas tanto por las angostas callejas que dan acceso a la plaza del antiguo hospital como por varias zonas del itinerario, entre las que volvía a sobresalir la revirá entre la calle Alta y Ubaldo Calvo. Entre los estrenos que presentaba la hermandad caben destacar las potencias con las que procesionaba Nuestro Padre Jesús Preso, cuyo paso de misterio lucía una nueva fase de talla realizada por el artesano y, a su vez, hermano mayor de la hermandad, Miguel Ángel Jiménez.

CABRA

Buen Fin y Necesidades

La Hermandad y Cofradía Escolapia de Nuestro Padre Jesús Caído y María Santísima del Buen Fin procesionó en la noche de ayer por las calles de Cabra, tras su salida de la capilla conventual escolapia de los Capuchinos. Una talla salida del taller de Santa Rufina de Madrid, firmada por José María Oriol en 1991 y remodelada y policromada en el año 1995 por el imaginero egabrense Santiago Molina, que contó con el acompañamiento de la Sociedad Filarmónica María Inmaculada de la localidad jiennense de Linares. La noche de Miércoles Santo egabrense se vio acompañada un año más por la talla anónima de Nuestro Padre Jesús de las Necesidades, de factura granadina del siglo XVIII y que, procedente del desaparecido convento de San Juan de Dios, fue también protagonista tras su salida de la iglesia de Santo Domingo de Guzmán, con el acompañamiento de la agrupación musical Nuestro Padre Jesús de la Vera Cruz, de Palma del Río.

PALMA DEL RÍO

La Salud

Los titulares de la Hermandad que tiene su sede canónica en el corazón de la huerta de Palma del Río, el Santísimo Cristo de la Salud y María Santísima de la Concepción, eran esperados ayer Miércoles Santo por muchos vecinos en San Francisco. Tanto la salida como la entrada al templo son rincones cofrades recomendados para este desfile procesional, junto a su paso por la carrera oficial. Su hermano mayor, José Antonio Caro, también apuntaba ayer la llegada a la tribuna desde la calle Cigüela como uno de los momentos más bellos. La Hermandad del Cristo de la Salud conmemoraba el pasado año 2016 el 50 aniversario de la Virgen de la Concepción, segunda obra del imaginero y escultor sevillano Luis Álvarez Duarte. María Santísima de la Concepción luce en una de sus manos un ramito de azahar. El paso de palio de la Virgen ha estrenado este año piezas de candelería donadas por hermanos y el frontal del paso bordado en oro fino por el artista astigitano Jesús Rosado. Esta hermandad representa una de las singularidades de la Semana Santa en Palma del Río; al estar sus titulares en la parroquia de Pedro Díaz y La Graja, el Cristo de la Salud es trasladado desde las huertas, portado en andas, el domingo anterior al de Ramos, hasta la parroquia de San Francisco, desde donde procesiona la cofradía el Miércoles Santo.

MONTILLA

Procesión del Silencio

La estación de penitencia del Santísimo Cristo del Amor, conocida popularmente como la procesión del silencio, supone cada año el broche de oro a la participación de las cofradías salesianas en la Semana Santa montillana. Y lo hace de la mano de los cientos de penitentes que anoche acompañaron al crucificado de Amadeo Ruiz Olmos, alumbrando con unos característicos faroles de color rojo.

RUTE

Jesús de la Rosa

La cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Rosa y Nuestra Señora del Mayor Dolor comenzó su estación penitencial a las 20.15 horas desde la parroquia de San Francisco de Asís, con un recorrido que le llevó en una primera parte por las calles de su feligresía. La Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora del Carmen, de Almería, y la Banda Municipal de Música de Rute se encargaron del acompañamiento musical al paso del Cristo y de la Virgen, respectivamente. La llegada de los pasos a la plaza de Nuestra Señora de la Cabeza, con el encuentro entre Madre e Hijo, que los hermanos de varal acompasan al ritmo de las marchas procesionales y la bendición de Jesús de la Rosa, es un momento cargado de emo

tividad momentos antes de finalizar su estación de penitencia. Entre los estrenos destacar este año, la nueva corona de espinas, faroles para la Cruz de Guía, la restauración de la saya de la Virgen y el plateado del trono y las barras del palio.

POZOBLANCO

Soldados romanos a caballo

La Hermandad de Nuestro Padre Jesús Rescatado Cristo de Medinaceli hizo ayer estación de penitencia acompañada por la Banda de Cornetas y Tambores Cristo de Medinaceli. Es la única imagen de Pozoblanco que es portada por hombres y mujeres de trono. El cortejo lo forman una Centuria de Soldados Romanos a Caballo, que son uno de los atractivos de esta procesión con una imagen del Rescatado imponente que mueve a muchos fieles. Como cada año, centenares de personas en la salida y entrada en el templo, en su paso por los arcos del Ayuntamiento, la carrera oficial y la calle José Estévez. Este año la cofradía ha estrenado los arreos de la cuadriga, cornetas de la banda y cordones del Cristo. También anoche salió a la calle desde la iglesia de Santa Catalina la cofradía del Santísimo Cristo de la Caridad en su Vía Crucis.

FUENTE OBEJUNA

Vía Crucis

En Fuente Obejuna, el Vía Crucis en Respeto-Honra y Veneración al Santísimo Cristo de Gracia dio comienzo una vez finalizada la eucaristía que se celebró en la parroquia de Nuestra Señora del Castillo, lugar donde se llevó a cabo el rezo de la primera y la decimocuarta estaciones. El Cristo de Gracia estuvo acompañado por un trío que tocaba música de capilla. El recorrido habitual sufrió algunos cambios y la procesión no discurrió por las calles Mata y Santo.

FERNÁN NÚÑEZ

El Calvario

Cruzando la travesía de la N-331, como es tradición, después de partir de la ermita del Calvario, la imagen del Cristo del Calvario en su Humildad y María Santísima del Tránsito completaron ayer una procesión marcada por el homenaje a José Ángel Luna Hidalgo, que falleció recientemente y fue hermano mayor de esta cofradía durante más de 20 años. Mantillas y nazarenos acompañaron a ambos pasos, con agrupación musical Cristo del Perdón de Guadix y la Agrupación Cultural Santísimo Cristo del Amor, de Córdoba.

BUJALANCE

Vía Crucis

La Hermandad del Santo Vía Crucis salió en torno a las nueve de la noche de la Catedral de la Campiña, a las calles de Bujalance, con negros penitentes portando a hombros, entre un respetuoso silencio, al Cristo del Amor y la Misericordia. El desfile procesional recorrió las calles y plazas del centro histórico bujalanceño y otras más alejadas del mismo, cada año con un itinerario nuevo, para que así pueda llegar el Cristo a todos los hogares bujalanceños. Con una marcha lenta al ritmo de roncos tambores, el Crucificado estuvo acompañado por un cortejo de negros nazarenos, con sus cruces al hombro y fieles devotos con sus cirios. En cada una de las paradas, se rezaron y meditaron las estaciones del Vía Crucis.

DOÑA MENCÍA

Plumas sanjuanistas

Comenzó por la tarde con la procesión de San Juan Evangelista y María Magdalena, que dan un toque especial a la Semana Santa con un estilo peculiar en el que los niños de la cofradía portan sus plumas sanjuanistas, dando un color verde y rojo a la tarde del Miércoles Santo. Ya en la noche, Doña Mencía se tiñó de negro para la procesión del Silencio, en la que el Cristo del Calvario y María Santísima del Mayor Dolor hicieron su bajada desde la ermita del Calvario hasta el pueblo en una procesión llena de devoción y un gran número de hermanos que acompañan en su estación de penitencia por las calles mencianas.

VILLA DEL RÍO

La Humildad

Anoche tuvo lugar uno de los momentos más esperados del año, la procesión del Santísimo Cristo de la Humildad, que estuvo acompañado musicalmente por la Banda de Jesús Caído de Montoro. La Cruz de Guía salió de la iglesia de la Inmaculada Concepción a las 21.30 horas, donde unas horas antes el altar de insignias presidía el altar mayor. El Cristo ha vestido este año una nueva túnica franciscana donada por la familia Navarro Arco, como homenaje a los cien años de la comunidad de las Religiosas Franciscanas en la localidad.

MONTORO

Las Penas

La procesión del Cristo de las Penas, anoche, fue una de las más conmovedoras de los últimos días, sobre todo por la imagen manierista, del siglo XVIII. Esta cofradía nació un 5 de abril de 1962 de la mano de unos jóvenes cofrades montoreños que decidieron procesionar ese mismo año dicha talla, que se encuentra en la iglesia del Carmen. Hoy son decenas los penitentes que le acompañan en su transitar por las calles más angostas y estrechas del casco histórico. El toque del tambor ronco acompaña a la comitiva, que preside el Cristo Crucificado que todo el mundo quiere tocar desde los poyatos y barandas de las callejuelas montoreñas. Silencio sepulcral y toque fúnebre de la banda de Juan Mohedo cerrando el cortejo.

PEDRO ABAD

Los Desamparados

A las 23.00 horas, como marca la tradición, salió desde la ermita del Santísimo Cristo de los Desamparados la imagen de Nuestra Señora del Mayor Dolor en su Soledad, que estuvo acompañada por numerosos penitentes en una procesión solemne. Este año ha estrenado el bordado de la saya. Destaca la presencia de miembros de la Guardia Civil, hijos o vecinos de la localidad, que escoltan el paso en su recorrido. Las mujeres son las grandes protagonistas de esta procesión.

CAÑETE

Amarrado a la Columna

Tras la Oración en el Huerto, de la hermandad de Los Negros, el martes, ayer le tocó el turno al Amarrado a la Columna, de la hermandad de Los Morados, con una dedicatoria especial a Juan Antonio Borrego Capilla, que falleció hace apenas unos días y que era el alma de esta hermandad. Emoción, nostalgia y fuerza se fundieron entre los penitentes y visitantes acompañando a un paso que salió de la ermita de Jesús y recorrió las principales calles de la localidad acompañado por la agrupación musical que lleva su nombre.

VILLAFRANCA

‘Rescatao’

Desde Santa Marina de Aguas Santas salió anoche la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno Rescatao y Nuestra Señora de la Amargura. Dos pasos, uno de Jesús Preso y otro de la Virgen Dolorosa bajo palio, en una solemne procesión cargada de emotividad y simbolismo, con el acompañamiento musical de la Centuria Romana de Pedro Abad.