El presidente de la Junta, Moreno Bonilla, vio en su salida y en la carrera oficial a La Agonía. Ahora bien, ¿cómo se le puede explicar a un visitante algo tan raro pero que en tan pocos años ya es natural para los cordobeses como la salida de La Agonía? Es la única hermandad que parte de la Catedral, aunque su sede canónica es una de las más distantes del monumental templo. Sólo ella pisa dos veces la carrera oficial, haciendo un bucle por el Centro (como si cogiera impulso para su regreso al Naranjo) y, encima, como ayer, es una de las hermandades que más vecinos de su barrio congrega en el Patio de los Naranjos, que luego también la reciben en su barrio por todo lo alto. Lo dicho: ¿cómo explicarle todo eso a alguien de fuera? Pues quizá diciéndole que en El Naranjo, en donde uno de cada tres vecinos es hermano de la cofradía (son datos del censo y de la hermandad), ser de La Agonía es... otra cosa. Y con ese sello llegó bien entrada la noche al barrio el Santísimo Cristo, con flores variadas moradas y malvas, y la Virgen de la Salud, en su segunda salida de Semana Santa, con flores blancas, lentisco, paniculata... a recibir el premio del cariño de un barrio.