«Nadie entenderá la Semana Santa sin esta carrera oficial»

-Tras seis años de trabajar codo a codo, ¿te importa que deje de lado la norma de estilo de Diario CÓRDOBA y te hable de tú?

-(Ríe). Bueno.

-Pregonero de la Semana Santa. Y además de la ‘nueva’ Semana Santa… ¿Asusta?

- Bueno… Impresiona. Sobre todo conforme se acerca el momento. Da el vértigo normal de la importancia que tienen estas cosas. Y la importancia que yo le doy. Si te lo tomas en serio… debes sentir ese vértigo.

-Nunca mejor dicho lo de «pregonero», porque la función de un pregonero era la de dar a conocer noticias, novedades. Y esta es una Semana Santa ‘nueva’.

-Sí. Pero también todas las semanas santas son nuevas. Aunque para un público distante pueda parecer que son iguales, todas tienen experiencias, detalles y estrenos distintos. Por supuesto, ésta tiene el gran estreno de la (ya por fin) carrera oficial en el entorno de la Mezquita-Catedral, pero siempre considero que toda Semana Santa es actualidad.

-En todo caso, y sin desmerecer de pregoneros anteriores lo más mínimo, viene bien este año un pregonero que esté habituado a dar noticias, ¿no?

-¡Hombre!... Cada uno le da su toque. Está el que lo concibe y lo expresa mejor con la poesía, el que se centra en lo literario, el que apuesta por lo vivencial… Respecto a mí, en los pregones que he hecho tiene mucho peso la actualidad, ese día a día de las cofradías que cuento y que creo que debe de estar en este tipo de reflexión ante el público.

-Me llama la atención la importancia que se le ha dado este año al mundo de la comunicación. El pregonero es el responsable de cofradías en CÓRDOBA; el de San Álvaro fue el sacerdote Antonio Gil, periodista y exsubdirector de CÓRDOBA, y el cofrade ejemplar es Francisco Pérez, con su programa especializado en cofradías en PTV Televisión.

-Puede ser producto de las circunstancias. Quizá casualidad, quizá el momento lo requería... Eso habría que preguntarlo a la Agrupación de Cofradías. Pero sí es cierto que la actualidad aporta, como por ejemplo demostró Antonio Gil en su pregón. Y de Francisco Pérez… Es un reconocimiento muy merecido. Lo que ha aportado a la Semana Santa desde su faceta como comunicador, año tras año, no tiene precio.

-¿El mundo cofrade tiene que comunicar más? ¿Puede servir la información para acercar a sectores de la sociedad que no se ven atraídos o que incluso muestran una abierta animadversión?

-Pues sí. En la era en la que estamos, y aunque hay hermandades que están a un nivel casi profesional en las redes sociales, hay otras que viven muy hacia dentro, que tienen temor a los medios de comunicación cuando nuestra labor (la de los profesionales) es precisamente dar a conocer a la sociedad su realidad. Hay informaciones que tienen que salir, por supuesto respetando los límites éticos y del ámbito interno de la cofradía o de índole personal, y ese cierto miedo a la prensa hay que olvidarlo. Tiene que haber un responsable en cada cofradía para que exista una relación fluida con los medios de comunicación. Basta ver cómo lo hacen órganos de la Iglesia como el Obispado, el Cabildo… O cualquier otra institución. Una información fluida, primero, evita malentendidos y esas especulaciones que hacen tanto daño a una cofradía… Y respecto a los que están fuera del mundo cofrade, la información es el mejor medio para que las valoren. ¡Si supieran todo lo que hacen las cofradías a lo largo del año! Se callarían muchos que hablan desde el desconocimiento.

-Y centrándonos ya en el pregón. ¿Sirven las experiencias para exaltar una Semana Santa tan nueva como la del 2017?

-¡Hombre, claro! ¡Tampoco todo es tan nuevo! (ríe) Por ejemplo, hablar de la Catedral será esencial… pero se trata de un pregón de la Semana Santa.

-Supongo que también estará presente la nueva carrera oficial. ¿Qué opinas de ella?

-Era lo que necesitaba la Semana Santa de Córdoba. Las cofradías deben de salir para hacer estación de penitencia en el templo mayor de la diócesis, que en el caso de Córdoba está en su zona más monumental, con mayor valor estético. Parece que hasta la Puerta del Puente se hubiera hecho para que pasen las cofradías. Es una carrera oficial que no tendrá ninguna ciudad y cuando se consolide (Dios lo quiera) ya no concebiremos un itinerario distinto. En unos años, nadie entenderá una Semana Santa sin esa carrera oficial, sin la Catedral.

-Y centrándonos en la estética, ésta va a ser una Semana Santa radicalmente diferente, ¿no?

-A nivel estético, sin duda va a ser la mejor Semana Santa de la historia. Cualquier cofradía en la Mezquita-Catedral brilla por sí sola aunque tenga el paso más malo, el guión más pobre o el patrimonio más escaso. La luz, el entorno… la Catedral engrandece. Y si hablamos de estrenos por parte de las hermandades, la evolución es impresionante. Se enriquece el patrimonio pensando mucho en el futuro, no solo para salir del paso. Ha habido momentos históricos de impulso a la Semana Santa cordobesa: en los 70 de manos de Fray Ricardo, en los 90 volvió a resurgir… Y ahora, con proyectos de muchísima calidad.

-Y llega la pregunta típica a todo pregonero: ¿Qué contarás?

-Pues como todo pregonero… no lo voy a adelantar (ríe). Por supuesto tiene un hilo conductor, pero no tiene sentido desvelarlo. Va en la línea de mis últimos pregones, y todo no va a ser incienso y flores. Hay muchas cuestiones que afectan a las cofradías, y mi experiencia de seguir la actualidad en el día a día va a notarse, por supuesto sin olvidar la parte estética y espiritual.

-Te ha tocado informar en años anteriores de todos los actos que rodean al pregonero. Su elección, homenajes, los preparativos en el Gran Teatro… Ahora que lo estás viviendo, ¿te lo imaginabas así?

-Siempre hemos seguido en el periódico todo lo que rodea al pregonero. Pero desde dentro… me está sorprendiendo. Es muy emotivo. Hay mucho cariño. Mi hermandad, hoy (por anoche), me ha citado para un encuentro. Solo puedo estar agradecido.