«Fuimos los primeros en quitar el primer clavo de la celosía». Dicho eso, dicho todo. Y es que la frase del hermano mayor del Santo Sepulcro, Enrique León Pastor, resume «el motivo de orgullo» que es para la hermandad haber apostado por la Catedral hace 31 años, prender una llama que este año ha incendiado a todas las cofradías con el traslado de la carrera oficial al entorno de la Mezquita-Catedral. Más aún, León recuerda que esta vuelta de las cofradías es parte de un regreso de la sociedad cordobesa a «su corazón histórico», con connotaciones religiosas, políticas y antropológicas. Y, además, el Sepulcro pasará por la plaza del Potro, donde tuvo una propiedad (el Mesón de los Escribanos) que ayudó a la corporación y a sus obra social de antaño. Un tributo a su historia.