Miles de personas asistieron ayer en Málaga al desembarco de la compañía de honores de la X Bandera del Tercio ‘Alejandro Farnesio’, IV de La Legión, y al traslado del Cristo de la Buena Muerte -conocido como el Cristo de Mena- a su trono procesional. La jornada comenzó a las diez y media de la mañana con la llegada de las tropas al puerto, desde el buque de la Armada «Contramaestre Casado», al mando del capitán de corbeta Luis Vázquez Quintanilla. Una vez en tierra y después de pasar revista, las tropas se dirigieron a pie hasta la iglesia de Santo Domingo para después trasladar la imagen del Cristo de la Buena Muerte hasta la casa hermandad. En la plaza Fray Alonso de Santo Tomás aguardaban, entre otros, la ministra de defensa, María Dolores de Cospedal, que presidió el acto, y estuvo acompañada de los ministros de Interior, Juan Ignacio Zoido; de Educación, Cultura y Deporte, Iñigo Méndez de Vigo; así como el titular de Interior y Justicia, Rafael Catalá. Los legionarios portaron el crucificado sobre sus hombros y a mano alzada entonaron el «Novio de la Muerte». Seguidamente, un sacerdote leyó una oración, y se llevó a cabo el homenaje a los caídos con los acordes del toque de oración, mientras los gastadores alzaron al Cristo y con los guiones legionarios inclinados hacia la imagen, se le rindieron honores al protector oficial de la Legión.

ESPERADO DESFILE / Por último, los legionarios se dirigieron desfilando hacia el interior de la casa hermandad para depositar el Crucificado a los sones de la marcha procesional «Cristo de La Legión», de Eloy García, que fue interpretada por la banda de música de la Brigada de la Legión ‘Rey Alfonso XIII’. Como colofón al acto, y una vez fuera entronizado el Cristo, la compañía de honores, la banda de guerra y música de la Legión abandonaron la plaza desfilando, después de cantar el himno del cuerpo y enunciar parte del credo legionario.

Fiel a la tradición, la Legión acompañó en la tarde de ayer, día de Jueves Santo, en desfile procesional a los titulares de la Cofradía de Mena, el Cristo de la Buena Muerte y Ánimas y Nuestra Señora de la Soledad. La imagen del Cristo de la Buena Muerte fue tallada por Francisco Palma Burgos en 1942 y restaurada en el año 2001, y sustituye a la anterior, que se perdió en 1931 y correspondía al imaginero Pedro de Mena.

La congregación se fundó en el año 1915 tras la fusión de la Cofradía del Cristo de la Buena Muerte, que fue creada en el siglo XIX y de la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad, de la que se tienen referencias de 1579. El cuerpo militar de La Legión se vinculó definitivamente a la Congregación del Cristo de Mena en 1921, que fue reconocido como su protector por las autoridades militares siete años después.