Ya se venía adivinando. Como preveía la Aemet, la lluvia podía hacer su aparición en la mañana del Domingo de Ramos. Y así fue. Durante toda la mañana una persistente lluvia aguó la ilusión de la hermandad de la Entrada Triunfal en Jerusalén, la popular Borriquita, que este año se quedó en la iglesia de San Lorenzo, un templo que quedó abierto hasta las tres de la tarde para todo aquel que quiso visitar los pasos de la cofradía.

A primeras horas de la tarde la lluvia seguía insistiendo en aparecer, el cielo cubierto de nubes negras hacia presagiar lo peor. Si bien, los pronósticos eran que a lo largo de la tarde todo quedaría despejado. Y también fue así, si bien hubo que retrasar la salida de todas las cofradías media hora.

Fue la hermandad del Rescatado la que puso primero su cruz de guía en la calle, una fina lluvia caía en la zona de los Trinitarios y María Auxiliadora, aunque solo fue una nube que no pasó a mayores.

La cofradía trinitaria volvió a congregar a cientos de fieles en la plaza del Cristo de Gracia, este año con la novedad de que el Señor Rescatado caminó precediendo a la Virgen de la Amargura. Una decisión que fue tomada con total normalidad por los devotos que marcharon tras la Virgen de la Amargura.

Poco a poco, el sol iba apuntando algo, el cielo tímidamentese abría y dejaba ver un azul celeste, azul que presagiaba la salida de la Virgen de la Concepción que ya estaba a punto de cruzar el dintel de la parroquia de Santiago. Como siempre, el Cristo de las Penas se reencontró con el barrio. El gótico crucificado avanzaba por la calle Agustín Moremo a los sones de la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús Nazareno de la Fuensanta de Morón de la Frontera, mientras que la Virgen de la Concepción estaba ya en el atrio de la parroquia. Bellísima como siempre y con un exorno floral a base de rosas blancas en las jarras laterales, mientras que en el frontal llevaba las clásicas camelias que caracterizan a esta dolorosa del Domingo de Ramos. Pero sí Santiago se volcaba con la hermandad de las Penas, cientos de personas esperaban la salida de la hermandad de la Esperanza.

La cruz de guía estaba enmarcada en la puerta de San Andrés, en el interior del templo se escuchaba el llamador, la gente se movía de un lado a otro, estaba cerca el momento. Poco tiempo después, los ciriales anunciaban al paso de Jesús de las Penas ya a punto de reencontrarse un nuevo Domingo de Ramos con su gente. La Esperanza estrenó este año recorrido, así después de mucho tiempo no cruzó la Cuesta del Bailío. Si bien la cofradía buscó rincones nuevos en esta estación de penitencia de 2018 como la Plaza de la Corredera o calles como Rodrí- guez Marín, donde la cofradía dejó un sabor a barrio antiguo.

A estas mismas horas, la hermandad del Amor iba ya por la calle Beato Henares. Avanzaba con muy buen ritmo dejando atrás todas las nubes, buscando la carrera oficial donde llegó por el antiguo Puente Romano. La última de las cofradías en ponerse en la calle fue la hermandad del Huerto. La cofradía de San Francisco presentó un importante estreno. Así, el paso del Señor del Huerto cambió el misterio, dando mayor significado al momento iconográfico que representa. De este modo, con gran acierto, la cofradía ha introducido los apóstoles durmientes unas imágenes de muy buena factura realizada por el imaginero pontanés Jesús Gálvez.

Todas las cofradías de la jornada se dirigieron hacia la Catedral, donde volvieron a dejar momentos de gran belleza y plasticidad, sobre todo en el interior de la misma. Fueron estas cofradías las que estrenaron las novedades de la carrera oficial que, por cierto, poco a poco va tomando cuerpo, como la terminación de la misma a la altura de la casa del Cabildo, algo que agradeció el númeroso público que se congregó en esta zona.

Por otra parte, el público se ha ido haciendo con los nuevos recorridos, a la vez que por fin se ha dado cuenta de que el Patio de los Naranjos está libre para contemplar las cofradías. Se cerraba así la primera jornada de la Semana Santa con mucha gente en las calles y marcada por las bajas temperaturas.