La hermandad siempre ha tenido como sello y a gala querer unir el conocimiento y el saber del mundo universitario con la fe. El máximo exponente de ello sigue siendo el sobrecogedor Cristo que presentó Juan Manuel Miñarro hace nueve años y que conmocionó al mundo cofrade cordobés. Y aún lo hace cuando procesiona en Semana Santa. En la imagen se une el arte con un estudio científico detallado en tres dimensiones de las heridas documentadas que presenta «el hombre de la Sábana Santa», como decía Miñarro hace tiempo. Por cierto, y es una noticia, el maestro, profesor y artista ha retomado recientemente los estudios sobre la Síndone, y ya no tiene dudas y se refiere abiertamente Jesucristo como único hombre que pudo dejar esas huellas en el lino que se conserva en Turín.

El caso es que un año más la hermandad Universitaria, con Alberto Villar Movellán como nuevo hermano mayor (que tampoco ha estado nunca sin responsabilidades en la corporación), salió puntualmente desde la iglesia del Juramento de San Rafael en un cortejo que presidía el párroco y canónigo Fernando Cruz Conde, y con esa peculiar estética del siglo XVI que llama la atención sin los clásicos capirotes, a la vez que hacen gala del espíritu franciscano de humildad y pobreza con una estética que aún muchos no comprenden.

Un detalle lo dice todo: el cartel sobre la cruz «Jesús, Rey de los judíos» está escrito en latín, griego y arameo y contiene faltas de ortografía para imitar cómo lo habrían hecho aquellos soldados iletrados al burlarse de Jesús. Ya ven: la Universitaria no da puntadas sin hilo y si se equivoca... es para acertar.