Las procesiones del Resucitado pusieron fin a una Semana Santa marcada por el mal tiempo pero que ayer permitió darle un buen colofón.

En Lucena, los pasos de la Cofradía Franciscana de Nuestro Padre Jesús Resucitado fueron mandados por Manuel Álamos Sánchez y acompañados por la Agrupación Musical Santísimo Cristo de la Humillación -Servitas- de Lucena. Su santería sirvió para poner broche de oro a una Semana Santa algo deslucida por la presencia de la lluvia.

En Cabra, el paso del Resucitado, que procesiona la Agrupación General de Hermandades y Cofradías, salió a las 12.00 horas de Santo Domingo de Guzmán. La imagen iba precedida de un cortejo lleno de colorido en el que participaron representantes de las cofradías egabrenses, junto a la Banda de Música de Cabra, que estrenó una nueva marcha procesional con motivo del 75 aniversario de la Agrupación, Pasión Egabrense, de Manuel González Rubio.

En Montilla, la Hermandad del Santísimo Cristo Resucitado y Nuestra Señora de la Paz celebró ayer uno de los desfiles más coloridos de la Semana Santa, en el que volvieron a participar hermanos de todas las cofradías con sus respectivos bordones y túnicas. La estación de penitencia comenzó con el encuentro que protagonizaron el paso del Señor Resucitado y el de Las Tres Marías, un misterio portado por costaleras cuyas figuras son obra del artista cordobés Antonio Bernal.

En Pozoblanco salió la Hermandad Sacramental y Cofradía de Nazarenos de Jesús Resucitado y Nuestra Señora María Santísima de Luna. Numerosas personas se congregaron en la Costanilla del Risquillo, uno de los puntos de interés de esta cofradía.

En Baena, los judíos de la cola negra anunciaron la resurrección de Jesús desde primera hora de la mañana. La Real Archicofradía de Nuestra Señora del Rosario y Santo Cristo Resucitado, tras celebrar la eucaristía, inició la procesión, en la que participan, además de la turba de judíos colinegros, la centuria romana y la hermandad del Resucitado y las hermandades de Santa María Magdalena y Nuestra Señora del Rosario.

Palma del Río despidió los desfiles procesionales de Semana Santa con la salida de la Hermandad del Señor Resucitado, Nuestra Madre y Señora de la Aurora y Santísimo Rosario de Nuestra Señora en sus Misterios Gloriosos. En la iglesia de Santo Domingo, una multitud acompañó la entrada del paso del Resucitado, un desfile muy acompañado en su itinerario.

En Priego, los titulares de la Real y Venerable Hermandad de María Santísima de la Cabeza y Nuestro Padre Jesús Resucitado pudieron realizar su desfile pese a la previsión de lluvia. En el cortejo volvió a destacar la participación de las cofradías y hermandades, representadas por sus insignias y juntas de gobierno, así como las autoridades civiles y militares.

Con un cielo totalmente encapotado, pero que respetó la procesión de Jesús Resucitado, Rute completó su Semana Santa. A las 11.30 horas salió de la parroquia de Santa Catalina Mártir con el acompañamiento musical de la Agrupación Nuestro Padre Jesús de la Fuensanta, de Morón de la Frontera. Dos faroles guía, un incensario y los ropajes del centurión romano se encuentran entre los estrenos de este año.

En Aguilar, pasados unos minutos de las once y media salía Nuestro Padre Jesús Resucitado de la parroquia del Carmen, con muchos rostros jóvenes entre sus costaleros y un variado grupo de miembros de las directivas de cada cofradía aguilarense. Nuestra Señora de la Antigua salía de Santa María del Soterraño. Pese a la incertidumbre meteorológica, Nuestra Señora de la Antigua se encontró, poco después, con Nuestro Padre Jesús Resucitado en el Paseo de las Coronadas.

En Peñarroya-Pueblonuevo, la procesión de la Virgen de la Alegría y el Cristo Resucitado salió, si bien tuvo que recogerse enseguida al comenzar a llover tímidamente nada más salir.

El desfile de Jesús Resucitado en Fernán Núñez contó con el estreno del tallado en madera de la imagen de San Juan Evangelista y de dos ángeles de Gloria, para ir completando el paso del Señor, obra de Alfonso A. Tejederas.

En Bujalance salieron las imágenes de Jesús Resucitado, última obra de Martínez Cerrillo, y la Virgen de la Alegría, del mismo autor. Estuvieron acompañados por niños nazarenos de blanco con campanitas, a los sones de las bandas de tambores y cornetas del Imperio Romano y de música Pedro Lavirgen.

En Fuente Obejuna, el toque del tambor de Sebastián Gómez anunció la resurrección. Jóvenes de la cofradía del Santo Entierro y Nuestra Señora de los Dolores portaron a los titulares iluminados con bengalas.

El Resucitado de Doña Mencía procesionó en un día gris y con amenaza de lluvia que respetó la salida. El grupo de costaleras que portan a Jesús Resucitado disfrutó y trasmitió al pueblo su devoción.

En Puente Genil, los pasos del Resucitado y Nuestra Señora de la Alegría salieron de la parroquia del Carmen a las ocho de la mañana y tuvieron que buscar una solución de emergencia debido a la lluvia cuando se encontraban a la altura del Parque del Tropezón, teniendo que buscar cobijo en la parroquia de San José. Las figuras bíblicas y el Imperio Romano pudieron realizar su desfile antes de la lluvia.