Las campanas de Santa Marina anunciaban la Resurrección. La cofradía estaba dispuesta a cerrar, como el mejor broche, esta histórica Semana Santa.

La Agrupación Musical de la Sagrada Cena, en cruz de guía, se abría paso en la plaza de Santa Marina. En la puerta del templo ya estaba enmarcado el dorado paso que cada año sirve de trono a la Resurrección del Señor. Un paso que fue exornado con un friso donde predominaron los tonos azules con variedades florales como hortensias y orquídeas. A los sones de la Agrupación musical del Cristo de Gracia, caminó el paso del Señor en dirección a la Catedral.

Poco después, las miradas se dirigían a la puerta lateral del templo, allí estaba ya el palio de la Virgen de la Alegría. Un paso exornado con sumo mimo en el que destacó un cuidado exorno floral a base de fresias y jacintos, terminado con orquídeas.

La hermandad del Resucitado comenzó su caminar hasta la nueva carrera oficial completando un recorrido novedoso para la corporación de Santa Marina. Así, en vez de dirigirse al barrio de San Agustín, tomó la plaza de Santa Marina en dirección a la calle Alfaros, para luego procesionar por San Fernando y Ronda de Isasa. Tras el recorrido común con estación en la Catedral, la cofradía volvió a tomar San Fernando para después coger Capitulares y dirigirse por San Andrés al barrio de San Agustín, a calles tan vinculadas a la cofradía como Obispo López Criado o Moriscos.

Cerca de las cinco de la tarde, el palio de la Virgen de la Alegría entraba en la parroquia de Santa Marina poniendo el mejor broche a una histórica Semana Santa con la Catedral como protagonista.

También será en Santa Marina donde el próximo miércoles, a las 21.00 horas, las cofradías, junto a la hermandad del Resucitado celebren la Pascua de Resurrección.