La Red Andaluza de Diseño y Traslación de Terapias Avanzadas desarrolla la producción de tejidos artificiales, como piel o córneas, que se utilizan como medicamentos biológicos y que se suman a los 200 donantes anuales de tejidos que se registran en la comunidad.

En las instalaciones GMP o "salas blancas" de los centros de Córdoba, Granada, Málaga y Sevilla se producen los tejidos artificiales, que permitirán abrir "nuevos horizontes" y están "sujetos a una estricta regulación de la Agencia Española del Medicamento", según ha explicado la Junta de Andalucía.

Una de estas líneas destacada trabaja en las denominadas CAR-T cells, que son las células que se 'educan' en el laboratorio para destruir a su vez células tumorales, una investigación que se sigue en el centro de tejidos de Sevilla para aplicarse en el Hospital Virgen del Rocío.

Asimismo, los centros de tejidos realizan ensayos clínicos para cultivar células mesenquimales de grasa a partir de células madre, que tienen diversas aplicaciones, entre ellas la regeneración en artrosis de cadera y rodilla o evitar la enfermedad injerto contra huésped.

"Los órganos y la médula ósea dan la vida; los tejidos la arreglan", subraya Juan Manuel Aznar, hematólogo y responsable técnico del Banco de Tejidos de Sevilla, integrado en el Centro de Transfusión, Tejidos y Células de la provincia.

La Junta afirma que la sanidad pública andaluza cuenta con toda una estructura de centros de estas características que conforman la Red de Medicina Transfusional, Tejidos y Células, y cada provincia dispone de sus propias instalaciones, que trabajan en estrecha colaboración, aunque con el tiempo cada nodo ha especializado su actividad en determinados tejidos.

"La evolución experimentada en los últimos años en todo el proceso, desde la obtención de los tejidos hasta su posterior tratamiento, ha sido inmensa", subraya Salvador Oyonarte, director del Centro de Transfusión, Tejidos y Células de Sevilla y coordinador de la Red Andaluza de Medicina Transfusional.

Un salto que parte de los primeros recipientes con huesos extraídos en quirófanos hasta llegar a las actuales salas blancas, con rigurosas condiciones ambientales y térmicas para preservar las condiciones de los tejidos durante su manipulación.

Banco de esperanza

Cuando una familia autoriza la donación de los órganos de un familiar fallecido suele hacerlo también con los tejidos, aunque no siempre son factibles ambas opciones. "Pueden existir casos de donantes multiorgánicos que no lo sean de tejidos y viceversa, aunque los más frecuentes son los que ofrecen las dos posibilidades", explica Oyonarte.

Como media, la Red de Medicina Transfusional, Tejidos y Células de Andalucía registra unos 200 donantes de tejidos al año, lo que supone una media de uno cada tres días, y recibe un promedio de tres pedidos de tejidos al día por parte de los centros hospitalarios.

El número de tejidos que se puede extraer difiere dependiendo de los casos. No obstante, se estima que por cada donante se pueden obtener unas seis piezas, y de cada una de ellas, una vez tratadas, una media de cuatro productos.

La mayor parte de los tejidos donados procede de fallecidos, con el osteotendinoso (huesos, tendones y cartílagos) y las córneas a la cabeza, y en este grupo se encuentran, igualmente, las válvulas cardíacas, la piel y las escleras (parte blanca del globo ocular).

Pero también existen las donaciones de tejidos por parte de vivos, como es el caso del semen, el tejido ovárico o la membrana amniótica (fina capa externa que recubre la placenta).

Uno de los ejemplos de esta donación es el de Guadalupe Sanz, quien afirma que el día que recibió la córnea que le cambió la vida fue uno de los más felices que recuerda. Asegura que en aquel quirófano, con la música de Alejandro Sanz de fondo, su existencia dio un giro de 180 grados.

Atrás quedaron los años en que tuvo que dejar los estudios, incapaz de soportar los fuertes dolores y la ceguera provocada por un herpes en uno de sus ojos. "El dolor era tan insoportable que perdí un diente de apretar la mandíbula; los médicos llegaron a decirme que no llorara ni riera en exceso, que todo podría empeorarme", explica.

Hoy, gracias al "regalo" que fue la donación, puede continuar su vida y es madre de dos niños, conduce, estudia oposiciones y ha afianzado su convicción sobre la importancia de este gesto solidario. "Mi hijo mayor siempre dice que su mamá tiene un trozo de otra persona", comenta.